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Geriatricarea unidades de recuperación funcional Igurco IMQ
Las residencias Unbe y Orue, de Igurco, cuentan con unidades de recuperación funcional

Dos de cada tres pacientes que acuden a unidades de recuperación funcional regresan al domicilio tras el alta, siendo la estancia media de los pacientes inferior a un mes, concretamente de 27,5 días. Estas son algunas de las principales conclusiones de un estudio realizado en las residencias vizcaínas de Unbe y Orue, pertenecientes al Grupo Sociosanitario Igurco de Grupo IMQ.
Bajo el titulado “¿Son eficientes las unidades de recuperación funcional de un centro sociosanitario?” en este estudio han tomado parte 225 pacientes (66% mujeres y 34% hombres) usuarios de estas unidades de recuperación funcional, los únicos recursos asistenciales de este tipo existentes actualmente en Bizkaia para personas que se encuentran en fase de recuperación de un problema de salud y tienen una pérdida de autonomía potencialmente recuperable.
En estas unidades de recuperación funcional se atienden tres grandes tipos de pacientes: los que han sufrido alguna fractura (ortogeriatría); los que han tenido un ictus o accidente cerebro-vascular (neurorehabilitación); y los mayores que acaban de salir de una convalecencia hospitalaria (decondicionamiento funcional).
Atendiendo a esta tipología, el perfil ortogeriátrico de estos participantes arroja una edad media de 83,9 años, recibiendo el alta para la vuelta al domicilio el 76,7% de los pacientes (más de tres de cada cuatro). Respecto al perfil de neurorehabilitación, la edad media fue de 77,8 años y el porcentaje de pacientes que recibió el alta para el regreso a su hogar fue casi del 60%. Éste fue prácticamente el mismo porcentaje obtenido por los pacientes que fueron tratados de decondicionamiento funcional, cuya edad media en el estudio se situó en los 79,9 años.
Y es que, tal y como señala el Dr. Iñaki Artaza, director asistencial de Igurco Servicios Sociosanitarios, “nuestra unidad de recuperación funcional es eficiente y consigue una eficiencia rehabilitadora comparable a otras unidades similares hospitalarias. La ganancia funcional es mayor en los pacientes ortogeriátricos, a pesar de ser los de mayor edad, seguida de los pacientes neurológicos, que son los más jóvenes y los que mayor comorbilidad presentan. Por último, la mayoría regresa a su domicilio, siendo notable este hecho en el caso de los pacientes ortogeriátricos”.
En los tres tipos de pacientes, “se intenta recuperar mediante la fisioterapia el nivel de autonomía previo a la situación que generó el ingreso: por ejemplo, recuperar la marcha o la función del hombro fracturado. También se trabaja la autonomía en las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria, controlando el dolor y la situación nutricional y los requerimientos proteico-energéticos. Además, se valoran y tratan las dificultades de la deglución (disfagia) de los pacientes neurológicos, enfermedades concomitantes -que se producen al mismo tiempo- y las complicaciones médicas. Se revisa y ajusta la medicación, así como estimulación cognitiva o psicoterapia si es necesario”, comenta el Dr. Artaza.