/p>Para garantizar en un futuro la calidad de la atención actual del Sistema Nacional de Salud (SNS) es urgente afrontar los importantes retos que el sistema tiene por delante, entre ellos, el progresivo envejecimiento de la población o las diferencias en los servicios entre comunidades autónomas, que se han agravado durante la crisis económica, tal y como resalta la tercera edición del informe ‘La Sanidad en Cifras 2018’.
Este informe muestra los principales indicadores que describen el funcionamiento y resultados del sistema sanitario, ha sido elaborado por la Fundación Gaspar Casal para el Círculo de la Sanidad, e incluye información relativa a la inversión, las listas de espera, la evolución demográfica, la morbilidad, la mortalidad, la caracterización sociodemográfica y de bienestar de la población, los estilos de vida y los determinantes biológicos y sociales, entre otros apartados.
Asimismo, contiene datos específicos por comunidades autónomas, algo especialmente relevante si se tiene en cuenta que la sanidad es una competencia transferida en una parte importante a las autonomías.
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Durante el acto de presentación de este informe, el presidente del Círculo de la Sanidad, Ángel Puente, destacó que “como ya venían poniendo de manifiesto las dos ediciones anteriores de ‘La Sanidad en Cifras’, el sistema ha podido aguantar la enorme presión al que ha sido sometido como consecuencia de la crisis económica. Esta resistencia, que sí que ha supuesto superar un verdadero test de estrés, demuestra que el sistema español es uno de los mejores del mundo, gracias, sobre todo, a los cientos de miles de profesionales sanitarios.
Eso sí, destacó la necesidad de afrontar cuanto antes los desafíos presentes y futuros del SNS, que pasan indudablemente por los cambios demográficos que está viviendo España. “El envejecimiento progresivo de la población, y con él, el aumento de los pacientes con enfermedades crónicas, van a producir un incremento de la demanda asistencial. Esto hace que muchos procesos que hoy se siguen vayan a tener que cambiar para poder seguir dando respuesta a las necesidades de los ciudadanos”, añadió.
Durante la presentación de La Sanidad en Cifras 2018, el asesor internacional en salud y exconsejero de Sanidad del Gobierno Vasco, Rafael Bengoa, destacó la necesidad de alcanzar un pacto de Estado en materia de sanidad y recordó los trabajos que se han llevado a cabo para conseguirlo en la Comisión de Sanidad del Parlamento. En este sentido, hizo un llamamiento para que en la próxima legislatura se retome el trabajo a partir de lo que ya se ha avanzado.
Mientras, los profesores Juan del Llano y Alicia Coduras, responsables de realizar la presentación de este informe, pusieron de manifiesto que los indicadores no varían de forma “abrupta” en un período de cuatro o de cinco años. La mayoría de cambios entran dentro de lo razonable, aunque se deben seguir de cerca para ir analizando su evolución.
Entre los contenidos del informe, se encuentra la evolución del gasto sanitario, que en 2016, el último año del que se disponen cifras oficiales, fue de 101.721 millones de euros, de los cuales, el 71,2% correspondió al sector público, y la parte restante, al privado. Este nivel de gasto global se traduce en un ascenso del 6,21% entre los años 2012 y 2016. En relación al PIB, el gasto sanitario fue del 9,1% en 2016, dos décimas menos que el ejercicio anterior.
El Círculo de la Sanidad ha incidido en múltiples ocasiones en la necesidad de realizar una inversión suficiente en materia de salud, algo que también debe ir acompañado de medidas de racionalización, examinando procesos para aplicar en cada momento la fórmula más eficaz y eficiente, con el fin de aprovechar al máximo los recursos disponibles.
A juicio de esta entidad, en este punto, es esencial reforzar la colaboración público-privada, garantizando siempre una atención universal, gratuita y de calidad. En ocasiones, derivar una determinada prueba u operación a un centro privado o concertado resulta más económico para el sistema que abordarlo en grandes infraestructuras hospitalarias. Además, no se puede desdeñar el peso que la sanidad privada tiene en España, responsable actualmente de casi un tercio de todas las prestaciones.
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El aumento de la demanda asistencial está provocado principalmente por el envejecimiento de la población

 
Por otro lado, el informe aborda las causas que han ocasionado un aumento de la demanda asistencial, entre los que se encuentra, principalmente, el envejecimiento de la población. Así, entre 2012 y 2016 la población mayor de 65 años se incrementó un 7%.
En el capítulo de los indicadores que resumen la situación de los recursos, a nivel nacional, entre 2012 y 2016, han aumentado las partidas destinadas a atención especializada, mientras se han contenido las destinadas a atención primaria. Mientras, las camas hospitalarias por cada 1.000 habitantes se mantienen en 2,97 entre 2014 y 2016, pero han descendido un 1,98% desde el año 2012, y los quirófanos en funcionamiento han aumentado entre los años 2012 y 2016 un 3,68%.
Por otra parte, un aspecto positivo que destaca el informe es que la tasa de infección hospitalaria disminuyó en promedio un 8,53% entre los años 2012 y 2016 y la tasa de mortalidad intrahospitalaria tras intervención quirúrgica por cada 100 altas quirúrgicas disminuyó un 2,47%.
En cambio, sobresale como aspecto negativo en lo que a consumo de medicamentos se refiere que las dosis diarias por 1.000 habitantes y día de antibióticos, antidepresivos y de sustancias hipnóticas han seguido aumentando, especialmente de antidepresivos. Se puede asociar dicho incremento al envejecimiento de la población y a los estilos de vida actuales, en que el estrés juega un papel relevante en todos los segmentos de edad.
Ante este escenario, y con el fin de seguir mejorando el sistema sanitario, ‘La Sanidad en Cifras 2018’ plantea fomentar políticas de salud pública de reducción de riesgos ambientales, laborales, escolares, viales, nutricionales, de hábitos personales, etc.; reforzar la Atención Primaria; reorganizar los servicios especializados, y realizar evaluaciones por comparación tanto de proceso como de resultados en los niveles de atención primaria y especializada entre los servicios regionales de salud.
Pese a las dificultades existentes y los retos que el SNS tiene por delante, la satisfacción general con el funcionamiento de la sanidad sigue obteniendo puntuaciones moderadamente altas y ha permanecido estable entre los años 2012 y 2017, con un aumento promedio de la nota del 1,67% entre ambos años que, si bien, no es estadísticamente significativo, es positivo.