Un artículo de Javier Aguado Rodríguez,
Enfermero especialista en geriatría,
Supervisor de enfermería del área de personas mayores,

Centro Sociosanitario Hermanas Hospitalarias Palencia

Según la OMS (2002) el envejecimiento activo es el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad, cuyo fin es mejorar la calidad de vida de las personas mayores a medida que envejecen. Su objetivo es potenciar el bienestar físico, social y mental favoreciendo su participación en la comunidad de acuerdo a sus necesidades, deseos y capacidades personales.
Partiendo de esta definición, parece obvio pensar que la consecución de estos objetivos solo podrá lograrse mediante la detección de motivaciones y necesidades de las propias personas mayores, y dado que cada ser humano somos único, diferente y con distintos intereses y preferencias parece necesario un cambio de modelo de atención que priorice la calidad de vida y la garantía del respeto por las preferencias de las personas.
Los profesionales que trabajamos con personas mayores debemos diseñar actividades que tengan en cuenta las experiencias personales, la historia de vida y la biografía de cada uno. Cuando invertimos parte de nuestro tiempo en recabar información sobre la vida de nuestros mayores, sus gustos, aficiones e intereses podemos ofrecerles actividades significativas que den sentido a su vida diaria. Al final se trata de que ellos mismos elijan en que actividades quieren invertir su tiempo.

La vejez puede ser una etapa de desarrollo y crecimiento personal, donde la educación y el aprendizaje juegan un papel importante

 
Cuando una actividad tiene sentido para nosotros, la incorporamos a nuestra rutina formando parte del día a día, llegando a ser uno de los objetivos diarios, algo por lo que nos levantamos cada mañana y que nos proporciona satisfacción y bienestar y es que todos necesitamos realizar actividades significativas para sentirnos vivos.
Es verdad que en esta etapa de la vida las personas mayores pueden ser más frágiles y tienen que afrontar cambios y adaptarse a nuevas situaciones, pero también puede ser una etapa de desarrollo y crecimiento personal, donde la educación y el aprendizaje juegan un papel importante para promover la motivación y para mejorar el bienestar, las habilidades personales y la autoestima.
Aprender es una necesidad fundamental que las personas mantenemos durante toda nuestra vida, por lo tanto envejecer activamente significaría aprender a:

  • Mejorar nuestro bienestar emocional:
    Implica aceptar los cambios de esta etapa, adaptarnos y aceptar las pérdidas que se producen y no solamente a nivel físico sino también de personas significativas.
  • Aprender a cuidarnos:
    El autocuidado se aprende a lo largo de toda la vida. Adquirir y practicar hábitos saludables (alimentación, ejercicio, ocio) ayudará a prevenir enfermedades y puede ser una gran lección si necesitamos cuidar a otras personas, algo que también puede suceder en esta etapa.
  • Aprender a mantener relaciones sociales positivas y satisfactorias:
    La soledad y el aislamiento pueden ser un mal común de la vejez, fomentar el contacto con otras personas y facilitar la creación de lazos sociales y afectivos ayudarán a aumentar la satisfacción y el enriquecimiento personal. Las relaciones sociales influyen muy positivamente en la autoestima y pueden ser un gran apoyo en situaciones de pérdida de seres queridos o situaciones de soledad.
  • Aprender a mantenernos en forma y no solamente a nivel físico sino también a nivel mental:
    El ejercicio físico nos proporciona salud y aporta múltiples beneficios a nuestro cuerpo, nos ayuda a sentirnos mejor y además nos proporciona una formidable excusa para salir de casa y relacionarnos con otras personas con gustos y aficiones afines a las nuestras. El ejercicio físico adaptado a nuestras capacidades también mejorará nuestra autonomía y retrasará la dependencia. También el ejercicio mental mediante la realización de actividades como la lectura, las actividades artísticas o la recuperación de viejas aficiones olvidadas aportarán grandes beneficios además de jugar un papel preventivo frente al deterioro cognitivo.

Envejecer activamente aprendiendo a vivir cada etapa de la vida de una manera plena, mediante la realización de actividades significativas y placenteras, encontrar alicientes y fuentes de motivación que nos hagan sentirnos útiles y necesarios, debe ser nuestro proyecto de vida y quién sabe si, al final, resulta ser una de las etapas más felices de nuestra vida.