/p>Investigadores del Cinvestav (Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional de México) y la Universidad de California Riverside están desarrollando un implante craneal cerámico que permita la transmisión de ultrasonido a través del mismo para tratar enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer o Parkinson.
La cerámica fue desarrollada en la Universidad de California Riverside con circonia estabilizada con itria, que es similar a los implantes dentales, pero con la característica de ser translúcida para que al implantarse en el cráneo permita pasar rayos láser como una terapia contra enfermedades que afecten al encéfalo, pero también la transmisión de ultrasonido.
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Investigadores del Cinvestav y de la Universidad de California Riverside están desarrollando un implante craneal cerámico que permite la transmisión de ultrasonido para tratar enfermedades neurodegenerativas

En este sentido, el grupo de investigación del Cinvestav, liderado por Arturo Vera Hernández y Lorenzo Leija Salas, adscritos al Departamento de Ingeniería Eléctrica, está trabajando para que esas mismas cerámicas se puedan emplear como una ventana acústica, con la intención de transmitir ultrasonido al cerebro a través del cráneo. Y los primeros estudios están ofreciendo resultados alentadores.
Diversas investigaciones que se están desarrollando en estos momentos indican que el uso de esa tecnología puede ser un tratamiento eficaz de enfermedades neurodegenerativas, pero para aplicar ultrasonido al cerebro es necesario hacer una craneotomía que consiste en retirar una porción del hueso del cráneo, de modo que si se requiere de un tratamiento consecutivo, sería necesario repetir el procedimiento, lo que se traduce en riesgos y molestias para el paciente. En cambio, con el implante cerámico se evitaría repetir esas intervenciones, ya que la cerámica reemplazaría una sección del cráneo y quedaría permanentemente implantada.
De hecho, las pruebas realizadas por los expertos del Cinvestav revelan que el implante permite el pase de 80% de las ondas del ultrasonido, lo que ratifica que el implante cerámico puede utilizarse en tratamientos con esta tecnología. Tal y como comenta Mario Gutiérrez Velasco, egresado del Cinvestav y de la Universidad de California Riverside, «lo que hicimos fue medir la energía ultrasónica que pasaba a través de la cerámica y compararla con la energía total que emitía el transductor sin cerámica, y vimos que la transmisión fue del 80%, lo que significa que el implante permite pasar más energía ultrasónica que el cráneo humano, que se estima sólo permite pasar del 2 al 4% del ultrasonido”.
Este experto destaca que, además, los tejidos humanos tienen propiedades acústicas similares al agua, por lo que los resultados obtenidos permiten conocer las condiciones a las que se expondría el cerebro al aplicar el ultrasonido.
Estos resultados obtenidos por los investigadores del Cinvestav y de la Universidad de California Riverside abren la posibilidad de estudiar de manera más adecuada tratamientos combinados aplicados directamente a la masa encefálica o usar marcadores luminosos que se inyecten al paciente para ser observados a través de la cerámica.
Hasta ahora los estudios sólo se han realizado a nivel laboratorio, por lo que el siguiente paso será probar la biocompatibilidad de la cerámica a largo plazo en animales, labor que correrá a cargo de Guillermo Aguilar, investigador de la Universidad de California Riverside, institución donde se lleva a cabo el proyecto y propietaria de la patente en trámite por el desarrollo.