/p>Si se mantiene el actual desequilibrio entre los cotizantes a la Seguridad Social y el número de pensionistas, desde la Fundación Edad&Vida se cuestiona que los 9,5 millones de pensiones actuales puedan llegar a fin de mes dentro de 10 años.
Y es que la diferencia entre cotizantes y pensionistas no deja de aumentar, alcanzando ya cifra más alta de la historia de España, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
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La la Fundación Edad&Vida es preciso una reforma estructural del sistema de pensiones que fortalezca su contribución al bienestar de los mayores

En este sentido, la Fundación Edad&Vida muestra su preocupación por saber qué se hará desde el Gobierno para que el sistema sea capaz de mantener el nivel adquisitivo de las pensiones y asumir las nuevas incorporaciones de los próximos años.
Desde esta entidad se recuerda que en el último ejercicio el número de pensiones se incrementó en cerca de 100.000, una tendencia al alza que puede comprobarse si se echa la vista atrás solo 10 años, con un incremento de 1,2 millones de pensiones. En relación a su cuantía, la media se sitúa en estos momentos en 920,2 euros, un 1,9% más que en junio de 2016.
La mayor parte del gasto en pensiones se destina a la jubilación, algo más de 6.000 millones de euros; pero el problema está en que los jubilados, con el paso de los años, pierden poder adquisitivo de una forma exponencial.
Tal y como apunta Eduardo R. Rovira, presidente de la Fundación Edad&Vida, “este colectivo no participa del desarrollo real de la economía que ahora crece muy por encima de la revisión de sus pensiones. Es preciso una reforma estructural del sistema de pensiones que fortalezca su contribución al bienestar de los mayores, mantenga su función solidaria y permita su viabilidad financiera a largo plazo”.
En su opinión, es preciso que el cambio demográfico y el envejecimiento de la población vengan acompañados de propuestas que den respuesta a los retos económicos y sociales que plantea esta disyuntiva. Por ejemplo, el hecho de que el número de cotizantes y la cuantía de las aportaciones son hoy bastante inferiores a los que había antes de la crisis, lo que ha obligado al Estado a acudir al Fondo de Reserva de la Seguridad Social.
Para conseguir superar estas dificultades, desde la Fundación Edad&Vida se propone un debate político y social a gran escala, además de intensificar las reuniones de la Comisión del Pacto de Toledo para alcanzar un gran acuerdo “que garantice unas rentas dignas y suficientes a las personas mayores en cualquier circunstancia”.
Asimismo, apuesta por fomentar el ahorro privado para la jubilación, con la posibilidad de hacerlo de forma obligatoria y vincularlo con la actividad laboral o profesional, tal y como se hace en Suecia y Reino Unido, y estudiar medidas fiscales que sirvan para incentivar el ahorro privado ocupacional y personal, sin olvidar el ámbito de los seguros de salud y dependencia.