Un artículo de Eva Martínez Agustín, Directora,
y Jéssica Cámara Sáenz, Terapeuta Ocupacional,
del Centro de Día Mancomunidad de Moncalvillo
«En nuestro centro de día nos gusta viajar y conocer gente, pero los achaques de la edad y los problemas de movilidad nos impiden visitar tantos sitios como nos gustaría. Y como no podemos hacerlo en persona, Paquita y Mariano van a ejercer de nuestros embajadores para visitar los lugares y conocer a la gente que tanto tienen que aportarnos, y que estamos deseando conocer”.
Sus personajes: Paquita y Mariano
Para poder poner en marcha este proyecto, hemos elegido muy cuidadosamente a nuestros embajadores. Nos decidimos por unos muñecos de ganchillo, un material significativo para las personas mayores, con el que muchas de ellas, están muy familiarizadas.
Los muñecos de simpática apariencia, están caracterizados como personas mayores, y a su atuendo no le falta detalle. Los nombres y características personales de cada un, fueron elegidos en asamblea por todos los usuarios del centro.
Paquita es de Valverde, hija de ganaderos y la pequeña de 4 hermanas. De soltera, ayudaba a su familia con la granja de vacas, hacía unos flanes con leche fresca para chuparse los dedos. Una vez casada, se dedicó a la casa y de vez en cuando le echaba una mano a su marido en el campo. Sus aficiones más significativas han sido: hacer punto, ver revistas de viajes y cocinar postres.
Mariano es de Fuenmayor, el mayor de 4 hermanos. Desde bien pequeño, se ha dedicado al campo. Su padre, el cual tenía alguna pieza, le enseñaba los trucos del campo y el amor por la naturaleza. También aprendió a hacer su propio vino y ya de adulto, le encantaba pasar rato con sus amigos en la bodega compartiendo meriendas, vino y cantares. Al igual que su mujer tiene mucho interés en ver el mundo ya que a sus 8 nietos siempre que viajan de vacaciones les pide que le envíen una postal.
Proyecto
A través de algo cotidiano y familiar para nuestros usuarios, como eran las cartas, buscamos establecer lazos de comunicación con otras personas/ entidades/ centros/ con ganas de compartir con nosotros lo que están haciendo, su día a día, sus trabajos, sus aficiones o su entorno.
La forma de llevar a cabo el proyecto, es la siguiente:
En aproximadamente 15 días, todo este material (Paquita y Mariano, carta y fotos) es de nuevo enviado al centro de día. Una vez aquí pasamos a compartir con nuestros usuarios el viaje realizado.
Cuando en el centro recibimos las cartas y a nuestros embajadores, las leemos grupalmente, mostrando en una gran pantalla las fotos que hemos recibido del viaje realizado y también alguna con los anfitriones. De esta manera buscamos establecer lazos de comunicación con otras personas, conociendo sus lugares, su gente, sus costumbres, etc. Una manera de hacer turismo, fácil, asequible y adaptada a nuestras posibilidades.
- A nivel cognitivo: trabajamos lectura, atención, reconocimiento visual, memoria, reminiscencia, comunicación…
- A nivel psicológico, a parte establecer relaciones con el entorno, hace que nuestros usuarios tomen un papel activo, conociendo nuevos lugares, culturas, personas, para posteriormente, situarlos en el mapa y así descubrir y aprender más sobre el mundo en el que vivimos. La posibilidad de seguir descubriendo a pesar de su dilatada experiencia en la vida y las consecuencias de los años, hace que la motivación y el interés afloren con todo lo que emocionalmente implica.
Valoración de la experiencia
Este proyecto se puso en marcha en la primavera de 2017, y desde entonces han recorrido multitud de países en varios continentes: de la lejana China a Colombia o Rusia, pasando por las Islas Canarias, Estados Unidos, Portugal, Asturias o Extremadura y diferentes localidades de La Rioja. La acogida en este tiempo ha sido muy positiva, y son varias las instituciones y particulares que se han puesto en contacto con nosotros para conocer más acerca de nuestro proyecto y poder participar en el mismo.
La aceptación por parte de nuestros usuarios también ha sido muy positiva, convirtiéndose en un elemento lúdico, facilitador para la conversación, el debate y el aprendizaje. Es una forma de mantener viva la curiosidad y la ilusión por viajar. Conocer otra gente, otros colectivos y otras tradiciones que no hubieran podido llegar hasta ellos de otra manera.