/p>Hoy por hoy las pruebas de neuroimagen son la única ventana para poder observar los cambios cerebrales que preceden a la aparición de los primeros síntomas del Alzheimer. En los últimos años, la investigación sobre esta enfermedad ha experimentado un giro radical en su diseño y ejecución, basado en la constatación de la existencia de una fase preclínica, que se inicia de forma silenciosa entre 15 y 20 años antes de la aparición de los primeros síntomas, tal y como se expuso en el tercer encuentro anual Estudio Alfa puesto en marcha por la Fundación Pasqual Maragall y la Obra Social ”la Caixa”, que reunió a cerca de 2.000 voluntarios y colaboradores.
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El Barcelonaβeta Brain Research Center cuenta con un equipo propio de resonancia magnética 3T de última generación

En este encuentro se debatió sobre el uso actual de las técnicas de neuroimagen, su evolución y qué se puede esperar de ellas en el futuro. Y es que, tal y como expuso el Dr. José Luis Molinuevo, director científico de la Fundación Pasqual Maragall, la evolución de la neuroimagen en las últimas décadas ha sido vertiginosa, especialmente en el caso del Alzheimer.
Actualmente, los investigadores pueden detectar cambios cerebrales asociados a la fase preclínica de la enfermedad mediante los resultados obtenidos con la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones (TEP) de betaamiloide o tau, entre otras técnicas. “Sabemos que hasta 20 años antes de los primeros síntomas del Alzheimer, en el cerebro se producen cambios biológicos, que estamos detectando e investigando con las técnicas de neuroimagen actual”, afirma el Dr. Molinuevo.
La introducción de estas técnicas en la práctica clínica irá de la mano, no tan solo de su propia evolución, sino también del desarrollo de tratamientos que puedan retrasar o evitar el inicio de la enfermedad. Según el Dr. Molinuevo, el futuro del tratamiento del Alzheimer pasará por la medicina personalizada, ya que “a través de la combinación de técnicas de neuroimagen y de otros marcadores podremos detectar, para cada persona concreta, en qué momento de la fase preclínica se encuentra y qué factores pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad”. Disponer de este conocimiento permitirá definir tratamientos de prevención más exactos y adaptados a los factores de riesgo de cada persona.
El centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, el Barcelonaβeta Brain Research Center, impulsado por la Obra Social ”la Caixa”, cuenta con un equipo propio de resonancia magnética 3T de última generación, enfocado exclusivamente a la investigación del cerebro. Durante 2017, este equipamiento habrá dedicado 3.000 horas de funcionamiento a realizar 1.600 adquisiciones de resonancia magnética a los participantes en sus distintos estudios de prevención, con el objetivo de analizar parámetros relacionados con la morfología, las conexiones y la activación del cerebro. Un subgrupo de 400 voluntarios se someterá también a pruebas de TEP de glucosa y de amiloide, que se acaban de iniciar y que se llevan a cabo en el Hospital Clínic de Barcelona.
Y es que, tal y como comenta Jaume Giró, director general de la Fundación Bancaria ”la Caixa”, “una de cada 10 personas mayores de 65 años tiene Alzheimer; las cifras hablan por sí solas. Como entidad que quiere velar por el bienestar de las personas, con nuestra colaboración queremos contribuir a mejorar la vida de los enfermos de Alzheimer y la de sus familias. Y, también, la investigación en torno a la enfermedad”.
En este sentido, el Dr. Jordi Camí, director de la Fundación Pasqual Maragall, destaca que “en España, las demencias cuestan 60 millones de euros diarios, unos 27.000 euros por paciente al año. Las familias afectadas acaban asumiendo el 87 % de este coste. Solo con más investigación y más conocimiento científico será posible encontrar soluciones que sean definitivas”.