Con la llegada de las Fiestas Navideñas es habitual que las casas se decoren con elementos llenos de luces, cables y enchufes, que lamentablemente pueden ser causantes de incendios, especialmente peligrosos en los hogares de las personas mayores o con discapacidad, por lo que se deben extremar las precauciones a la hora de compra y colocar las luces de Navidad.
La Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (AVACU) y el Instituto Tecnológico Metalmecánico, Mueble, Madera, Embalaje y Afines (AIDIMME) han presentado los resultados de los ensayos realizados a doce guirnaldas luminosas, adquiridas en grandes superficies, bazares y otro tipo de comercios de la ciudad de Valencia, con el objetivo de verificar su adecuación a la normativa vigente. En sentido estricto, el objetivo del estudio es “determinar los potenciales riesgos de seguridad y la evaluación de la información y etiquetado”.

geriatricarea luces de navidad
Las deficiencias más preocupantes detectadas en las luces de Navidad son las relacionadas con la seguridad del consumidor

 
Los ensayos realizados por AIDIMME a los productos aportados por AVACU han revelado que:
solo una de las muestras remitidas es conforme a los ensayos realizados y, por tanto, cumple con la normativa vigente al respecto
de las 11 restantes que no cumplen, 5 de ellas incumplen un requisito de seguridad considerado como grave y, por tanto, pueden presentar potenciales riesgos para el consumidor y el entorno en el que se instalen:

  • una de las muestras contiene piezas pequeñas atractivas para los niños y que se retiran con facilidad, con el consiguiente riesgo de ingesta por parte de los más pequeños de la casa
  • otra de ellas informa, mediante el índice de protección del que informa en su etiquetado, de que puede instalarse en el exterior, pero los ensayos realizados contradicen esta posibilidad, ya que la guirnalda no está debidamente protegida frente a salpicaduras de agua y, por lo tanto, ha de considerarse de interior
  • en otras dos muestras, el cable se desconecta con facilidad y el acceso a partes activas de la caja del control también resulta sencillo
  • tampoco satisfacen ninguna de las 11 muestras los ensayos de bola de calor*, con lo que se puede producir una deformación de las partes de las guirnaldas y, en caso extremo, puede deshacerse la parte aislante y quedar al aire, sin protección.

*Determina la resistencia y la calidad de los materiales plásticos que están protegiendo las partes con tensión y si el aislamiento de cada parte de la guirnalda puede resistir un incremento de temperatura debido a un problema eléctrico sin que llegue a la deformación del material

Tal y como advierte Juan José González, responsable del laboratorio de Luminarias de AIDIMME, las deficiencias más preocupantes son las relacionadas con la seguridad del consumidor, ya que se ha determinado que cinco de las guirnaldas ensayadas, adquiridas tanto en bazares como en grandes superficies, incumplen algún requisito de seguridad considerado como grave. En concreto, las deficiencias que presentan hacen referencia a los ensayos de bola de calor (con riesgo más grave que en las restantes) y, en tres de ellas, al cableado (tienen una sección menor de la requerida y, en dos de ellas, los conductores se desconectan con facilidad).
Otras infracciones son las referentes al etiquetado e instrucciones. En algunas de ellas, la información de las instrucciones no incluye notas necesarias para la seguridad del consumidor, otras presentan errores en la información que ofrecen y en otros casos el tamaño de la letra, cifras y símbolos es menor de lo establecido por la normativa.
Por todo ello, desde AVACU y AIDIMME ofrecen algunas recomendaciones a tener en cuenta a la hora de adquirir y colocar estos artículos:

– Verificar que el producto posee un etiquetado completo y en castellano (como mínimo), en el que se especifiquen instrucciones de uso, tensión, potencia nominal y normas para el cambio de las bombillas (cuando sean reemplazables). También debemos fijarnos en el marcado IP, que debe ser, como mínimo, de IP44 para las luces de exterior (nos indica el nivel de protección de la guirnalda ante la posible entrada de polvo y de agua en ella)

– En el embalaje también se debe indicar si las luces son para uso interior o exterior y, en el caso de estas últimas, debemos verificar que lleven un recubrimiento resistente a la lluvia y la humedad, representado por el siguiente símbolo Uso exterior. Protegida para agua y frío . Las luminarias que no indiquen expresamente que son aptas para uso exterior no deben instalarse en fachadas o zonas expuestas a inclemencias meteorológicas.

– Antes de encender las luces, debemos sacarlas del embalaje, leer bien las instrucciones de uso que deben incluir y asegurarnos del buen estado de los componentes. En este sentido, si vamos a emplear guirnaldas de años anteriores, debemos revisarlas bien, tanto las bombillas como el cable, y comprobar que funcionan correctamente. Si se ha fundido alguna de las bombillas, debemos cambiarla por otra del mismo voltaje, nunca con la guirnalda conectada a la red eléctrica. Nunca debemos manipular las guirnaldas o conectar varias, ya que así el producto se convierte en uno diferente al adquirido, pudiendo variar su comportamiento

– Si en algún momento va a haber niños en casa, lo más aconsejable es adquirir guirnaldas de muy baja tensión (12 V), marcadas como Clase III, y siempre situarlas en lugares de difícil acceso para ellos.

– Se deben colocar las luces lejos de fuentes de calor, materiales inflamables y otros elementos decorativos que puedan sobrecalentarse y apagarlas cuando no estemos en casa

– Hay que adquirir productos con indicación de eficiencia energética (etiquetado energético que hace años ya incorporan los electrodomésticos). Esta información es obligatoria desde septiembre de 2013, según el Reglamento 874/2012

Por último, cabe recordar que es muy importante pedir y guardar el ticket de compra, para poder reclamar en caso de que fuera necesario.