Un artículo de Sandra Fernández Prado, Licenciada en Pedagogía, Máster Oficial en Gerontología Social y Doctora en Gerontología
Entendemos por accesibilidad la cualidad que poseen lugares, objetos y/o servicios para que cualquier persona, independientemente de sus características físico-biológico-evolutivas, cognitivas o de contexto, pueda llegar a su disfrute, uso o aprovechamiento. Se deduce de esta definición que la accesibilidad hace referencia a algo más que a la mera supresión de barreras físicas y arquitectónicas como hace unos años se trabajaba y se amplía su abanico de posibilidades a una actuación mucho más general. Además, se entiende la accesibilidad como condición fundamental para garantizar la verdadera igualdad de oportunidades.
Contemplamos varios bloques de referencia, como son:
- La accesibilidad física, que es la referida al entorno de los movimientos, la destreza física y la oportunidad de movimiento-manejo. Incluye, por ejemplo, el manejo de instrumentos, el acceso a los medios de transporte, al disfrute de actividades de tiempo libre.
- La accesibilidad arquitectónica, que es la referida a edificios e instalaciones como referencia espacial cerrada.
- La accesibilidad cognitiva, que hace alusión al aprovechamiento de las capacidades cognitivas globales de forma individual y/o colectiva (comunicación oral, escrita, información, publicidad). Incluye, por ejemplo, la opción de pictogramas para personas que lo requieren, amplificadores de sonido, amplificadores visuales.
- La accesibilidad tecnológica, que se refiere a la relacionada con las nuevas tecnologías y los servicios derivados.
Desde la multidisciplinariedad que requiere el ámbito de la accesibilidad, se ha podido trabajar en la mejora de las condiciones de accesibilidad para y con las personas mayores, tanto en el área de las ayudas técnicas como en muchos otros bloques de actuación existentes.
Para que todo el esfuerzo profesional vea sus resultados y las personas que precisan de estas ayudas técnicas se vean beneficiadas es necesario que, tanto particulares como instituciones (públicas y privadas), hagan real tres pasos imprescindibles: a) su puesta en práctica; b) su defensa; y c) su desarrollo de la forma más extensiva posible.
Veamos cada uno de estos pasos que propongo:
1. Para su puesta en práctica considero necesario que la sociedad pueda informarse de forma completa de las diferentes vías de afrontamiento y/o financiación de estas ayudas.
A pesar de que muchas de estas ayudas son de primera necesidad para las personas que los usan, muchas no están dentro de la cobertura por parte del Sistema Nacional de Salud y de los Servicios de Sociosanitarios (Instituto Nacional de Salud o entidades que tengan las competencias en materia de Sanidad y Servicios Sociales en las distintas Comunidades Autónomas, a través de ciertas convocatorias anuales de ayudas individuales a personas con discapacidad a través de mejora de accesibilidad y productos de apoyo por parte de los Servicios Sociales en las Comunidades Autónomas). Esta falta de cobertura se suple en algunas ocasiones con iniciativas de particulares a modo de venta por bajo coste, a modo de tutoriales compartidos para el desarrollo de ayudas y/o mediante la difusión de programas derivados de entidades como ONCE, Cruz Roja, etc; o.
De forma ordenada nos encontramos con:
Solicitudes públicas o semipúblicas:
* Solicitud a través del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria: www.ingesa.msc.es
* Solicitud al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales: www.mtas.es
* Solicitud a través de las Comunidades Autónomas, Diputaciones y Administraciones Locales y otras entidades de carácter público. Cada año presentan convocatorias y publican órdenes donde se reflejan los requisitos para acceder a estas ayudas.
* Solicitud a través de instituciones específicas de funcionarios (MUFACE. Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado; ISFAS. Instituto Social de Fuerzas Armadas)
Solicitudes a organizaciones:
* A través de otras entidades como Fundación ONCE: dae@nullfundaciononce.es; Cruz Roja: www.cruzroja.es/portal/page?_pageid=564,50215319&_dad=portal30&_schema=PORTAL30. Otras: Asociación Ayuda al Anciano sobre Residencias, Asociación Española de ELA; Asociación Gallega contra las Enfermedades Neuromusculares (ASEM); Asociaciones Parkinson; Centro de Accesibilidad y Ayudas Técnicas; Cocemfe; Eneso Tecnología de Adaptación, S.L.; Fekoor;
Fundación DFA; Fundación Univesia; Sinpromi S.L. – Civat.
Adquisición a bajo coste/ asesoramiento compartido:
* Iniciativas particulares a modo de bajo coste, compartir conocimiento y experiencias (Web muy recomendable sobre tecnologías libres, diseño abierto, adaptaciones elaboradas por usuarios): www.crmfalbacete.org/recursosbajocoste/listado_catalogo.asp
2. Para su defensa es necesario que particulares y organizaciones hagan uso cada vez más de la herramienta de participación ciudadana, que deriva de cada uno de los Ministerios, dando posibilidades de expresión en cuanto a participación ciudadana se refiere en proyectos normativos, mediante consultas públicas previas o mediante audiencia e información pública:
www.msssi.gob.es/normativa/proyectos/home.htm
3. Para su desarrollo es necesario que se dé divulgación y apoyo a las iniciativas de investigación, desarrollo e innovación que en este campo se llevan a cabo desde instituciones, organizaciones, iniciativas de usuarios, ya que sin fundamento científico, experimentación y contraste es imposible que se haga realidad la universalidad de la accesibilidad. Ejemplos de iniciativas I+D+i en ayudas técnicas para la accesibilidad:
* Equipo de I+D+i de Biomecánica y ayudas técnicas del Hospital Nacional de Parapléjicos: http://hnparaplejicos.sescam.castillalamancha.es/es/profesionales/investigacion/clinica/biomecanica-y-ayudas-tecnicas
* Asociación de usuarios de prótesis y ayudas técnicas:
www.foal.es/sites/default/files/docs/0_ayudas_tecnicas_0.pdf
* Centros de Referencia Estatal del IMSERSO:
www.imserso.es/InterPresent1/groups/imserso/documents/binario/actrefcre_2016.pdf
Y, sin duda, para hacer posible la universalidad de la accesibilidad, es responsabilidad de cada persona desarrollar empatía, pleno respeto y convicción hacia nuestra implicación con ese objetivo común y global, a través de pequeños matices cotidianos que abarquen la accesibilidad física, arquitectónica, cognitiva y tecnológica ¿Cómo? Haciendo obsoleta esa costumbre tan poco proactiva hacia la accesibilidad como es la de concienciarnos cuando nos toca de cerca el tema.
La plena accesibilidad es cosa de todos. No esperes a que te toque.
Sobre la autora: Sandra Fernández Prado
Sandra Fernández Prado es Licenciada en Pedagogía, Máster Oficial en Gerontología Social y Doctora en Gerontología por la Universidad de Santiago de Compostela (USC).
Máster en RRHH por la EAE Business School y Master en Sistemas Integrados de Gestión (Calidad, Medio Ambiente, PRL, I+D+i y RSE) por la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) y Especialista Internacional en Rentabilidad Empresarial de la RSE por la USC.
Es autora de artículos en revistas científicas nacionales e internacionales, además de ponente en diversos congresos, encuentros científicos y foros del ámbito gerontológico. Ha ejercido la docencia en el Máster Oficial en Gerontología Social de la USC, ha impartido formación en los ámbitos de cuidados paliativos, cuidados auxiliares en geriatría, módulos formativos en centros residenciales, además de haber ocupado puestos de dirección en residencias y centros de día para personas mayores.
En la actualidad, se encuentra inmersa en la tarea de consultoría en Responsabilidad Social Empresarial, además de continuar con su contribución en el campo del asesoramiento en los cuidados a personas mayores en sus domicilios, complementada con publicaciones diversas y actividades de divulgación/sensibilización en Gerontología.
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