Eva Lorenzo, Trabajadora Social y autora del blog Mi rincón de apoyo al cuidador nos ofrece una serie de indicaciones para realizar de forma correcta el aseo de personas en situación de dependencia tanto la bañera o ducha como en la propia cama.
Aseo de personas dependientes en bañera o ducha
  • Un baño templado o caliente mejora la circulación de la piel y el riego sanguíneo. También produce sensación de bienestar y mejora considerablemente el estado de ánimo. No deberá permanecer dentro del agua más de 20 minutos.
  • La ducha es más estimulante que el baño. El agua fría aplicada durante un corto espacio de tiempo intercalada con agua caliente produce vasodilatación y transpiración, limpiándose los conductos y glándulas sudoríparas y aportando una sensación agradable.
  • La ducha se recomienda solo en personas capaces de levantarse y mantener el equilibrio durante un período de tiempo.
  • Se aconseja, siempre que sea posible, alternar el aseo en bañera y ducha, es decir, si se realizan a la semana 5 aseos completos a la persona a la que ccuida se debe procurar que 3 sean duchas y 2 baños. Así los beneficios serán mucho mayores.
  • Preparar la iluminación y la temperatura del cuarto de baño y del agua. El cuarto de baño se mantendrá entre 20 y 24 grados y el agua estará a unos 38-40 grados, según el gusto personal.
  • Colocar con antelación el material que se vaya a necesitar. Es recomendable no hacer esperar a la persona y llevarlo al baño cuando esté todo listo.
  • Colocar las medidas de protección necesarias: goma en la ducha para evitar resbalar, esterilla fuera para apoyar los pies, silla para sentarse en la bañera, etc. Si puede colaborar a la hora de desvestirse, vestirse, enjabonarse, aclararse dejar que lo haga para mantener sus capacidades; solo explicar, supervisar y apoyar.
  • Enjabonar cada parte del cuerpo con jabón neutro para evitar irritaciones o sequedades en la piel y aclarar abundantemente.
  • Realizar el aseo siguiendo un orden determinado: desde las zonas donde la suciedad es menor hasta aquellas donde es mayor, comenzando por la cara, cuello, brazos y dejando para el final la zona genital, glúteos, cabeza…
  • Secar, incidiendo en los pliegues cutáneos y zonas de riesgo para evitar infecciones debido a la humedad (abdomen, bajo los senos, ingles…)
  • Examinar cuidadosamente la piel por si hay enrojecimientos, irritaciones o cualquier herida o alteración que llame vuestra atención.
  • Sea cual sea su grado de autonomía, no se debe cerrar la puerta con pestillo ni dejar solo a la persona dependiente en el domicilio mientras se está aseando. De hecho, conviene estar con él o acercarse de vez en cuando para ver como está y si necesita ayuda.

 

Aseo de personas dependientes en cama

El aseo en cama realiza cuando la persona por su enfermedad y/o grado de dependencia no puede desplazarse y no es posible suplir esa imposibilidad con medios o ayudas técnicas.
Interesante este vídeo-tutorial «Higiene del encamado» del Hospital San Juan de Dios

Y este otro del Gobierno de Aragón

 

  • Preparar el material, el habitual para el aseo, jarras y palanganas con agua bastante caliente ya que se irá enfriando y hule o toallas grandes para proteger la cama. Dejar todo cerca de la cama y asegurar que la temperatura ambiente es la adecuada y no hay corrientes de aire.
  • Proteger el colchón con una funda impermeable para que no coja humedad.
  • Intentar en todo momento mantener cubierta a la persona para respetar su intimidad y evitar enfriamientos; descubrir solo la zona que estemos lavando.
  • Utilizar un recipiente para el agua con jabón y otro para el agua del aclarado. Cambiar el agua tantas veces como sea necesario, y hacerlo siempre cuando se lave la zona genital.
  • Retirar la ropa de cama, colocar a la persona boca arriba (decúbito supino) y desvestir con suavidad y sin movimientos bruscos.
  • Enjabonar una zona, aclarar y secar, dejándola tapada con una toalla seca.
  • Orden de lavado: ojos, cara, cuello y hombros, manos, brazos y axilas, tórax y mamas, abdomen, piernas y pies, espalda y nalgas, región genital.
  • Aclarar bien el jabón ya que cuando permanece en el cuerpo durante un tiempo, reseca la piel y puede llegar a producir picores.
  • Las partes del cuerpo que lo permitan, como son las manos y los pies, se deben introducir y lavar dentro de una palangana con agua templada. Doblar la pierna de la persona, colocar una toalla sobre la cama y encima la palangana. Introducir el pie comprobando que queda firmemente apoyado sobre el fondo. Dejar el pie en remojo mientras se lava el resto de la pierna.
  • Al lavar los brazos y las piernas deben moverse según la capacidad de la persona. El ejercicio pasivo impide la aparición de contracturas y mejora la circulación sanguínea.
  • En las mujeres, incidir de manera especial en la zona debajo del pecho, secándola bien. En el abdomen es necesario prestar especial atención a los espacios inguinales.
  • Si la persona dependiente puede sentarse en la cama, se lavará el cuello por la parte posterior y la espalda. Si no puede, hay que girarlo de medio lado y proceder al aseo.
  • Para la limpieza de la zona genital colocar la cuña debajo de la región glútea. En la mujer, se insistirá en los labios mayores y menores y en el ano. Hay que lavar de arriba abajo en el siguiente orden: pubis, interior de los muslos, zona genital, ano y pliegue inter-glúteo. En el hombre, insistir en los pliegues inguinales, escroto, y retraer el prepucio para limpiar el glande, terminar con el ano.
  • En las personas con incontinencia y que empleen pañal se aconseja usar al terminar el aseo una crema de barrera (forman una barrera protectora sobre la piel) en las zonas expuestas a la humedad.
  • Finalmente se hidrata la piel con un masaje:

– Realizar sobre la piel bien aclarada y muy seca. La persona estará de lado o si es posible boca abajo.

– Echar crema hidratante corporal y con las manos extendidas, ejerciendo presión sobre la piel, deslizar junto a la columna hasta los hombros, realizando movimientos circulares.

– A continuación, deslizar las manos hacia abajo, a ambos lados de la columna y dar un masaje con movimientos circulares en la región glútea.

– Continuar aplicando crema en otras zonas: cara, manos y pies, brazos, etc.

– El masaje durará 10 minutos aproximadamente.

Sobre la autora: Eva Lorenzo Eva-Lorenzo

Eva Lorenzo es Trabajadora Social y gran parte de su vida laboral y formación han girado en torno a la atención de personas mayores y personas con diversidad funcional en situación de dependencia, que necesitaban la ayuda de un cuidador, siendo este, en la mayoría de los casos, de su entorno familiar.

Cuenta también con conocimientos y experiencia en otros ámbitos en los que un trabajador social puede desempeñar su labor (orientación laboral, mujer, inmigración, familia, menores…). En la actualidad se encuentra en búsqueda empleo y ha decidido que no hay una forma mejor de ocupar su tiempo que ayudando a los demás a través de su blog Mi rincón de apoyo al cuidador