Consciente de la necesidad de que los médicos y la población general cuente con herramientas para mitigar el dolor ante el final de la vida, la Dra. María Sáinz Martín, coordinadora del Área Social del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM), presenta su libro “Antes de morir, te cuento”.

geriatricarea Antes de morir te cuento
Este libro se ha presentado en el Colegio Oficial de Médicos de Madrid

Tal y como afirma la autora, “espero que este libro, escrito con mi experiencia personal, investigadora y profesional, sirva para mitigar algo el dolor propio o ajeno, porque el dolor se siente, pero cómo llevar el sufrimiento de ese dolor no deja de ser un largo aprendizaje.

Y es que, como indica esta experta en Medicina Preventiva y Salud Pública, el concepto de la muerte en medicina ha evolucionado y actualmente se entiende como “un proceso biológico, psicológico, social y espiritual”. Y en este sentido, también el trabajo del médico ha evolucionado mucho y ahora se ocupa de curar y también cuidar, lo que significa llevar la asistencia y los cuidados a la persona que se está muriendo y sus familiares”.

Y para acometer esta labor la Dra. Sáinz Martín señala que los profesionales de Cuidados Paliativos deben tener algunas características específicas, ya que “tienen que contar con una personalidad emocionalmente estable (…) Además de la ausencia de síntomas depresivos es muy recomendable que cuenten con un carácter extrovertido y que sean sociables” ya que “este trabajo y dicha actividad, de forma continuada, tienen mucha carga emocional y pueden producir gran estrés”

Para disminuir dicho estrés también recomienda “la participación del trabajo en equipo y la toma de decisiones conjunta además del reconocimiento de una carga de trabajo adecuado y realista a la formación, habilidades, capacidades y personalidad por parte del equipo o superiores” 
Antes de morir, te cuento
Esta obra ofrece herramientas a para mitigar el dolor ante el final de la vida

Este libro también aborda la manera de atender a un enfermo al final de la vida haciendo hincapié en “la atención serena que se inicia con la escucha activa a sus necesidades con la máxima tranquilidad”.
Y recuerda la coordinadora del Área Social del ICOMEM algunos de los derechos que tienen estos pacientes: “Vivir hasta su máximo potencial físico, emocional, espiritual, vocacional y social (…); vivir independiente y alerta; tener alivio de su sufrimiento; conocer y rehusar, o no, el proceso de todo lo concerniente a su enfermedad; ser atendido por profesionales sensibles a sus necesidades y temores; que no se le prolongue el sufrimiento indefinidamente (…) y que las necesidades y temores de sus seres queridos sean tenidos en cuenta (…)”.
La Dra. Sáinz Martín recalca también algunas pautas que deben tener en cuenta los profesionales de la salud a la hora de dar malas noticias. La más importante, a su juicio, es la empatía, ya que “ponerse en el lugar del otro en su sufrimiento, en su incertidumbre, en su dolor, hará que el paciente o los familiares recuerden el momento de la noticia de una forma diferente”

En este sentido, destaca la importancia de saber elegir las palabras adecuadas y de la comunicación no verbal (mirada, tacto, posición del cuerpo). “Todo ello contribuye al éxito del acto comunicativo, y quizás no haya otro momento en la vida de una persona en la que una comunicación efectiva sea más necesaria que el momento de dar la noticia de una muerte inminente del propio paciente o de un familiar. El personal sanitario debería preguntarse ¿cómo querría que me dieran esta noticia?”, señala, haciendo hincapié en que “una de las principales tareas que tiene por delante un profesional sanitario es la de detenerse para poder escuchar al otro y escucharse a sí mismo y tomar conciencia de cómo conecta con ese encuentro con el dolor”

El libro, editado por Hilos de Emociones, dedica el un capítulo a la investigación escolar llevada a cabo a través de una encuesta voluntaria y anónima a  236 niños de varios centros de 6º, 7º y 8º de EGB en 1981. El objetivo es que ésta sirva de orientación a los profesionales de la enseñanza e investigadores, ya que todavía existen muchas preguntas como por ejemplo ¿hay que hablar a los niños de la muerte? o ¿cuál es el momento para hacerlo?, que no tienen una respuesta clara. 

De este trabajo la Dra. Sáinz Martín extrae una serie de conclusiones a tener en cuenta como que el tabú de la muerte provoca más angustia y desasosiego que el conocimiento y diálogo de la misma”, o que “el niño no quiere ser engañado y pide simples y sinceras contestaciones”. Por ello aconseja “no desaprovechar las ocasiones en que surja el tema para abordarlo con naturalidad y una actitud serena.