Partiendo de una visión de la vejez como etapa de declive, tradicionalmente se ha pensado erróneamente que la sexualidad de las personas mayores no existe, que ya no les importa la actividad sexual, o incluso que es algo “sucio o inmoral” seguir teniendo intereses de este tipo en edades avanzadas.
Para contribuir a romper con esta creencia, la Fundación Pilares ha editado la guía Sexualidad en entornos residenciales de personas mayores. Guía de actuación para profesionales, una publicación que pretende ayudar a las instituciones y a los profesionales que trabajan en ellas a fomentar la salud y calidad de vida sexual de las personas que viven en ellas, así como a contribuir al reconocimiento de sus derechos sexuales.

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Esta Guía pretende ayudar a instituciones y profesionales que trabajan en ellas a fomentar la salud y calidad de vida sexual de las personas que viven en ellas, así como a contribuir al reconocimiento de sus derechos sexuales

Y es que, tal y como indican desde la Fundación Pilares, los estudios y la propia experiencia indican que muchas personas mayores siguen teniendo intereses sexuales y siendo sexualmente activas. También ha mostrado la investigación que el mantenimiento de la actividad sexual en la vejez contribuye a la salud y calidad de vida de las personas mayores, y que la salud sexual es una dimensión que preservar en la vejez.
En este sentido, desde la Fundación Pilares se recalca que la sexualidad es una dimensión del ser humano que nos acompaña durante toda nuestra vida. Tiene que ver con la forma en la que nos expresamos y nos percibimos como seres sexuados, por lo que incluye la actividad sexual pero no se limita a ésta. Abarca también aspectos tan variados como la identidad y los roles de género, la orientación sexual, el erotismo, la intimidad, nuestros pensamientos, creencias, actitudes y valores sobre la sexualidad, el deseo y las fantasías, etc. En consecuencia, que alguien no sea sexualmente activo no quiere decir que carezca de vida sexual.
No en vano la OMS entiende por salud sexual «un estado de bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad; no es sólo la ausencia de enfermedades o disfunciones. La salud sexual requiere un acercamiento positivo y respetuoso a la sexualidad y relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia».
Pero pese a ello, hay algunas situaciones en las que esta preservación de la salud sexual se ve dificultada. El caso de las personas mayores que viven en residencias es una de ellas, y constituye el foco de la presente guía de actuación. Así, en la misma tratan cuestiones como las siguientes:

  1. El abordaje de las expresiones sexuales en entornos institucionales es un aspecto que puede generar problemas para los profesionales, para las familias y para las propias personas implicadas. Es un tema que pertenece a la intimidad de los residentes, en el que están en juego derechos y en el que ciertas decisiones presentan unas claras implicaciones éticas. Además, como los profesionales que trabajan en residencias saben, la vida dentro de este tipo de centros es muy compleja. Cada situación, al igual que cada persona implicada en ella, es en cierto sentido única y, por tanto, lo que puede ser óptimo en ciertas circunstancias puede no serlo en otras.
  2. Debido a ello, esta guía de actuación no es un libro de recetas. El lector no encontrará un catálogo de situaciones potencialmente peligrosas y conflictivas junto con la forma ‘correcta’ de actuar ante ellas. Lo que el lector encontrará son una serie de elementos para reflexionar y participar, de manera responsable y fundamentada, en la gestión y decisiones respecto a la sexualidad en centros residenciales. También se señalan aspectos que es necesario tener en cuenta y balancear a la hora de manejar situaciones sexuales en un entorno residencial.
  3. La intención de la guía no es fomentar la sexualidad en las residencias ni sugerir que una persona mayor que no se exprese sexualmente presenta algún tipo de carencia. La actividad sexual es un derecho, y como tal la persona puede escoger libremente no ejercerlo sin que sea juzgada o etiquetada por ello. Lo que se pretende con la guía es poner a disposición de los profesionales un instrumento para manejar las situaciones sexuales que suelen aparecen en las residencias y ofrecer alternativas para que las personas que sí desean expresarse sexualmente puedan hacerlo con mayor facilidad, seguridad y respeto a los derechos de los demás.
  4. Algunas de las recomendaciones contenidas en esta guía en muchas ocasiones no son de fácil implementación. Existen numerosos factores relacionados con la cultura de la institución, el perfil de las personas que viven y trabajan en ella o con las actitudes de los familiares que pueden suponer obstáculos para el manejo adecuado y reconocimiento pleno de los derechos sexuales de las personas que viven en residencias. El trabajo hacia ese reconocimiento y hacia una buena práctica en esta materia no se consigue de un día para otro, sino que puede resultar un proceso largo y complejo. La presente guía pretende simplemente marcar un camino en esa dirección.

De este modo, la guía Sexualidad en entornos residenciales de personas mayores. Guía de actuación para profesionales plantea algunos de los conflictos éticos que supone el reconocimiento y la práctica de la sexualidad en residencias de personas mayores y examina las diferentes barreras que pueden impedir la libre expresión sexual y el ejercicio de los derechos sexuales de las personas mayores que viven en instituciones.
También se analizan situaciones particularmente complejas (como son la expresión sexual de las personas con demencia o la aceptación de la diversidad sexual en un entorno residencial); propone diferentes estrategias que pueden ayudar a promover la expresión sexual en instituciones y a gestionar los riesgos y complicaciones que puede implicar; y ofrece recursos, tales como el estudio de casos, referencias bibliográficas y páginas web relevantes, que pueden incrementar su valor como material con fines formativos.
El autor principal es Feliciano Villar, Doctor en Psicología por la Universidad de Barcelona, trabaja en el Departamento de Cognición, Desarrollo y Psicología de la Educación de la citada universidad, y también participan en la misma Montserrat Celdrán, Doctora en Psicología y profesora e investigadora en el Departamento de Cognición, Desarrollo y Psicología de la Educación de la Universitat de Barcelona; Rodrigo Serrat, Doctor en Psicología por la Universidad de Barcelona, trabaja en el Departamento de Cognición Desarrollo y Psicología de la Educación de la dicha universidad; Josep Fabà, Doctor en Psicología por la Universidad de Valencia, trabaja en el Departamento de Cognición Desarrollo y Psicología de la Educación de esta universidad; y Teresa Martínez, Doctora en Ciencias de la Salud por la Universidad de Oviedo, trabaja en el Servicio de Inspección y Acreditación de la Consejería de Servicios y Derechos Sociales del Principado de Asturias y es autora de la web acpgerontologia.com.
Los interesados pueden descargar esta Guía aquí.