La Fundación Canis Majoris ha realizado durante varios meses un programa de terapia asistida con animales en el que han participado tanto personas usuarias como profesionales de terapia, logopedia y fisioterapia del Centro de Atención a personas con discapacidad física (CAMF) del Imserso en Leganés.

La terapia asistida con animales es un tratamiento terapéutico en el que el animal forma parte de un equipo de trabajo con el principal objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas que presentan algún tipo de diversidad funcional, así como su entorno social más próximo.
Tal y como señalan desde la Fundación Canis Majoris, los últimos trabajos de investigación demuestran que este tipo de terapias, tanto para personas con discapacidad física como psíquica, son enormemente efectivas, dado que los perros desarrollan muchos niveles afectivos en el usuario. «Son lúdicos, afectivos y están fielmente junto a su dueño durante toda su vida. Además, con su compañía, el perro favorece la creación de un nuevo tipo de lenguaje no verbal en el que el factor estimulador cobra una importancia esencial que convierten la terapia en un trabajo eficaz en todos los niveles», comentan los especialistas de esta Fundación.
Y es que gracias a la interacción con los perros las personas con discapacidad desarrollan destrezas sociales, afectivas y motrices. En este sentido, desde la Fundación Canis Majoris se incide en que «el principal objetivo de una buena TAA es la mejora a nivel físico, psíquico, social, emocional, lingüístico y/o cognitivo del usuario que se beneficia de ella. Y para una buena terapia asistida se debe colaborar con psicólogos, terapeutaseducadores caninos en el diseño de programas para obtener avances en el proceso de rehabilitación de los pacientes que estén recibiendo la ayuda de los animales. Y, por supuesto, se debe tener unos buenos perros, cariñosos y obedientes».

El CAMF de Leganés ha apostado por introducir terapia asistida con animales en el convencimiento de que esta técnica puede aportar cosas a las que no llega el personal profesional del centro, sobre todo a nivel afectivo y de motivación hacia la vida. Y los resultados hablan por sí solos: de 148 usuarios tratados en 2016, 128 han presentado algún tipo de mejora clínica.