/p>Con el objetivo de prevenir el uso inadecuado de sujeciones químicas y proteger a los residentes con Alzheimer la Fundación Maria Wolff presenta los Criterios CHROME (CHemical Restraints avOidance MEthodology), una novedosa metodología que unifica ciencia médica, legalidad y administración de fármacos.
Se trata de un método que ofrece a los médicos una guía para optimizar el tratamiento farmacológico y multidisciplinar de residentes, cuya principal novedad es que, por primera vez, se aúnan en un solo compendio las disciplinas de Geriatría, Neurología, Psiquiatría, Farmacia, Derecho, Psicología y Gerencia.
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Javier Olazarán, Director Científico de Fundación Maria Wolf, durante la presentación de los Criterios CHROME

Elaborados por un panel de profesionales de reconocido prestigio en estas áreas, una de las novedades de los Criterios CHROME reside en que, por primera vez en el mundo, otro médico independiente verificará junto con el de la residencia si los psicofármacos pautados cumplen con los criterios de buenas prácticas descritas en la metodología.
Estas verificaciones serán llevadas a cabo por un equipo de médicos especializados de la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de personas con Alzheimer y otras Demencias (CEAFA), la máxima autoridad que vela por los intereses de las personas con demencia. El director médico de este programa de verificación es el Dr. Manuel Martín Carrasco, Director del Instituto de Investigaciones Psiquiátricas y Presidente de la  Asociación Europea de Psiquiatría.
Tal y como señala el Dr. Javier Olazarán, director científico de la Fundación Maria Wolff,  “esta metodología pone orden y da claridad al uso de psicofármacos en personas con demencias como el Alzheimer”. De hecho, la aplicación preliminar en algunas residencias ya ha permitido observar una mejoría importante de la calidad de vida de muchos residentes.
Y es que la incorrecta prescripción de psicofármacos en personas con Alzheimer y otras demencias que viven en residencias es una práctica extendida en muchos países. Y pese a que las sociedades médicas especializadas en este tema abogan por una racionalización del uso de psicofármacos, el uso de estas sustancias sigue creciendo imparable en nuestro país.
Entre los efectos adversos de una mala prescripción de psicofármacos se encuentran las caídas, las fracturas óseas, los movimientos anómalos, la pérdida funcional y cognitiva, así como alteraciones de la consciencia y alteraciones del ritmo cardíaco. Todos estos factores conducen a significativas pérdidas de calidad de vida y una mayor mortalidad, tal y como apuntan los especialistas de la Fundación Maria Wolf.
Algunos estudios llevados a cabo en residencias españolas indican que la calidad de prescripción de psicofármacos entre personas con demencias varía mucho entre centros: en algunas residencias estas sustancias se utilizan bien, pero en muchas otras, se utilizan incluso por conveniencia organizativa es decir, para que los residentes no molesten, no se quejen o no den “mala imagen”. Desde la Fundación Maria Wolf se señala que esta mala praxis, además de potencialmente muy peligrosa, es ilegal según expertos juristas como Juan Luis Beltrán y Pilar García. De hecho, en España los tribunales ya han empezado a condenar a algunos médicos por esta forma de prescribir.