La Organización Mundial de la Salud considera que el envejecimiento activo es el proceso de optimización de oportunidades para la salud, la participación y la seguridad que permitan garantizar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen. Según datos de esta misma organización, para el año 2025 se estima que habrá 1.200 millones de personas de más de 60 años en todo el mundo y dos de cada tres vivirán en países en desarrollo.

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Ejercicio, tanto físico como mental, y dieta saludable son algunas de las principales actividades promotoras de un envejecimiento saludable

“El envejecimiento activo permite que las personas aprovechen su potencial de bienestar físico, social y puedan transmitir una imagen positiva”, opina David Curto, responsable de la Dirección Asistencial de Sanitas Mayores.
“Evidentemente la genética, la predisposición a sufrir enfermedades crónicas juega un factor muy importante, pero los hábitos de vida y la promoción de la salud van a jugar un papel determinante en la genética, explica el doctor.
Los hábitos de vida van a jugar un papel protector o ralentizarán el desarrollo de patologías crónicas. Ejercicio, tanto físico como mental, y dieta saludable son algunas de las principales actividades promotoras de un envejecimiento saludable. Además, “hay que tener en cuenta la propia historia personal del paciente, como que no haya consumido tabaco, es fundamental para el proceso de envejecimiento”, añade el especialista de Sanitas Mayores.

Actividad física y estimulación cognitiva

Desde Sanitas recomiendan dedicar diariamente en torno a 25 minutos de actividad física y cerca de una hora a actividades de estimulación cognitiva, es necesario combinarlas para no trabajar solo un aspecto. En cualquier caso “no hay que forzarlas y hay que promover que se realicen de forma espontánea para evitar el aburrimiento y el abandono de las mismas” .

Leer, comentar noticias del periódico, realizar crucigramas, sudokus o puzles son algunas actividades sencillas recomendadas para evitar el deterioro cognitivo asociado a la edad

En particular, las actividades que promueven la estimulación cognitiva es mejor realizarlas en sesiones cortas. Además, según David Curto, “en personas mayores con cierto nivel de deterioro cognitivo, es más frecuente que aparezca un cierto grado de desinterés y/o déficit de atención”. Leer, comentar noticias del periódico, crucigramas, sudokus o realizar puzles son algunas actividades sencillas recomendadas que promueven la estimulación cognitiva.
En cuanto a cómo y por dónde empezar, para el responsable de Dirección Asistencial de Sanitas Mayores “no hay una edad mínima, lo ideal es fomentar los hábitos desde una edad temprana, infantil. Cuando los hábitos, tanto de ejercicio como nutricionales se establecen a edad temprana es más fácil que se mantengan durante más tiempo”.
Por otro lado, la familia cobra un papel fundamental para prevenir o ralentizar el deterioro cognitivo dado que son el entorno más cercano y quien conoce mejor a la persona. Pueden por ejemplo, “ayudar a la persona con actividades que impliquen trabajar recuerdos, conocer aficiones y hobbies”, añade el doctor Curto, destacando que es muy importante lanzarles preguntas y guiarles para la consecución de esas actividades cognitivas.