/p>Las terapias antirretrovirales han supuesto importantes avances en el tratamiento del VIH, lo que se traduce en que las personas seropositivas pueden ahora vivir más tiempo y con mejor calidad de vida, es decir, ha habido un envejecimiento de la población con VIH. Este ha sido uno de los temas centrales del foro VIH: Punto de Encuentro, impulsado por la compañía farmacéutica MSD.
Geriatricarea VIH Punto de Encuentro José Ramón Arribas
El envejecimiento de las personas con VIH+ va asociado a mayor frecuencia de enfermedades propias de esta etapa, afirma el Dr. José Ramón Arribas

Este envejecimiento conlleva la aparición de comorbilidades asociadas a la edad, que en el caso del paciente VIH presentan una prevalencia similar a la que presenta la población general diez años después. Por tanto, más allá del control de la replicación del VIH, el cuidado integral de estos pacientes implica el control de otras patologías crónicas emergentes.
En este sentido, los médicos especialistas en el cuidado del paciente con infección por VIH juegan un papel clave, ya que su conocimiento en profundidad de las características del tratamiento antirretroviral combinado les permite minimizar el riesgo de aparición de problemas asociado a interacciones.
En el marco del encuentro VIH: Punto de Encuentro se ha revisado el proceso de envejecimiento de los pacientes VIH+. Tal y como señala el Dr. José Ramón Arribas, coordinador del foro y especialista en enfermedades infecciosas del hospital universitario La Paz de Madrid, “hemos logrado que los pacientes con VIH vivan más gracias a los nuevos tratamientos. De hecho, ha cambiado el curso de esta patología y nos encontramos a los primeros pacientes mayores con esta enfermedad: el 36% de los pacientes con VIH tiene más de 50 años.
No obstante, este especialista advierte que “nos preocupa la calidad de vida con la que lo hacen, pues el envejecimiento va asociado a mayor frecuencia de enfermedades propias de esta etapa, y esta comorbilidad es mayor en los pacientes VIH+ que en la población general.
Concretamente, el 65% de la población general, entre 51 y 60, años no presenta ninguna comorbilidad asociada a la edad, mientras que el 58% de la población con VIH+ tiene al menos una enfermedad crónica adicional, siendo las principales comorbilidades la enfermedad cardiovascular, ósea, la insuficiencia renal y los cánceres; no solo los cánceres relacionados con sida directamente, como pueden ser el linfoma y el sarcoma de Kaposi, sino otros como cáncer de pulmón o de laringe.
“Todos estos tipos de cáncer, que antes no estaban relacionados con el VIH, ahora se ha descubierto que tienen cierta relación, pues se ha comprobado que cuanto antes se da comienzo al tratamiento, el riesgo de padecerlos es menor. Además, según se observa, el hábito de fumar es dos veces más frecuente en la población VIH+, lo que aumenta el riesgo de ciertos tipos de cáncer”, comenta el Dr. Arribas.
Otro de los aspectos que más preocupan a los expertos españoles es la realización de los diagnósticos tardíos. Según apunta el Dr. Arribas “desgraciadamente algunos pacientes acuden a los hospitales por primera vez para hacerse las pruebas con una situación muy avanzada de la enfermedad debido al estigma social o al desconocimiento. Durante esta jornada hemos podido debatir y sacar conclusiones sobre la forma más adecuada para tratar a estos pacientes”.
La jornada VIH: Punto de Encuentro, que cuenta con el patrocinio científico de GeSIDA, “nace con la vocación de convertirse en un foro de referencia para todos los facultativos que tratan el VIH en España, y en la que se aborda el manejo del paciente con VIH”. Queremos que los pacientes tengan la mejor calidad de vida posible, y para ello creemos necesario que todos trabajemos bajo unas mismas directrices que nos ayuden a lograrlo», afirma Joaquín Mateos, Director Médico de MSD en España.
En este sentido, el Dr. Arribas incide en que la preocupación hacia el proceso de envejecimiento de estos pacientes “evidencia la importancia de crear foros como este donde podamos insistir en la necesidad de mirar más allá del control del VIH y del tratamiento antiviral, pues tenemos que cuidar a nuestros pacientes de una forma integral.