/p>La interacción de las personas mayores con los niños mejora su vida social, ayuda a prevenir el deterioro cognitivo así como enfermedades crónicas como el Alzheimer o la demencia senil, tal y como pone de manifiesto una reciente investigación publicada en la revista de la Sociedad Norteamericana de Menopausia.
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Cuidar ocasionalmente a los nietos mejora la vida social de loa mayores, ayuda a prevenir el deterioro cognitivo así como enfermedades crónicas como el Alzheimer o la demencia senil

Y es que, tal y como comenta David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores, “el cuidar ocasionalmente a los nietos mejora los test de habilidades cognitivas de los mayores. Esto ocurre porque el rol de abuela es un rol social importante, genera una sensación de utilidad y de pertenencia social”. No obstante, “por el contrario, los que cuidan de los nietos cinco o más días a la semana experimentaron una sobrecarga cognitiva, advierte el Dr. Curto.
Otra de las ventajas que resalta este experto del contacto de las personas mayores con sus nietos es que los mayores pueden aprender gran cantidad de cosas, como el manejo de las nuevas tecnologías. “Cuidar de los niños es beneficioso para los abuelos, ya que estos se sienten más útiles, mejor considerados y más valorados en el seno de la familia, y en muchas ocasiones les permite socializar mejor”, afirma.
Pero, tal y como se ha mencionado anteriormente, el cuidado de los nietos también puede ser contraproducente y repercutir de forma negativa en la salud de los mayores si no se establecen límites. Para que los beneficios sean óptimos, el cuidado de los nietos debe ser moderado, ya que, en exceso podría tener un efecto contrario por el desgaste físico y el estrés que implica.
“El cuidado de los más pequeños se puede convertir en un problema para los mayores si estos no gestionan correctamente el tiempo que le dedican a sus nietos o no ponen límites”, comenta el jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores.
Por ello, este experto hace especial hincapié en seguir las siguientes medidas o recomendaciones:

  • Gestión del estrés: los horarios de los niños repercuten en gran medida en los de los mayores, por lo que es esencial que estos sean consultados de forma previa sobre su disponibilidad. Generar horarios sobrecargados puede suponer un estrés innecesario que repercuta de forma negativa en las enfermedades que padezcan.
  • Más energía: gozar de tiempo para disfrutar de las aficiones y del descanso, llevar una dieta con abundancia de frutas, verduras y agua y respetar las horas de sueño son algunos pilares fundamentales para que los mayores puedan disponer de más energía en su día a día.
  • Respetar las rutinas y los horarios: es necesario no cambiar los horarios de manera habitual a los mayores, ya que tienen sus rutinas y en ocasiones les cuesta adaptarse a los cambios, hecho que les genera malestar y estrés.