La vacuna de la gripe reduce la hospitalización de personas mayores en más de un 30% y la mortalidad por todas sus causas en un 50%. Pero a pesar de la eficacia de la vacuna antigripal, la cobertura de vacunación entre los mayores de 65 años está en notable retroceso en los últimos años.
Así, la pasada temporada la cobertura vacunal de los mayores de 65 años se situó en el 56,25%, cifra similar a la temporada 2013-2014 (56,4%), pero se confirma una tendencia descendente desde la temporada 2009-2010 donde se alcanzó el 65,7%, muy lejos de la temporada 2005-2006 donde se alcanzó el 70,1% de la población mayor de 65 años. Tal y como señala la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología SEGG estos datos nos sitúan muy lejos del objetivo marcado por la Organización Mundial de la Salud de llegar a la vacunación del 75% de la población mayor de 65 años.
 

Recomendaciones generales de vacunación
para adultos mayores de 60 años

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Fuente: “Recomendaciones de vacunación para adultos y mayores 2015-2016” Grupo de Vacunas de la SEGG

 
Y eso pese a que la gripe es una de las causas más importantes de morbimortalidad de las personas mayores de 60 años, ya que directa o indirectamente, esta infección causa un aumento del riesgo de complicaciones y de hospitalizaciones más frecuentes y prolongadas. Solo en España se producen entre 1.400 y 4.000 muertes al año causadas por la gripe y sus complicaciones.
Además, la edad avanzada supone en sí misma un importante factor de riesgo añadido en la enfermedad gripal, incluso sin existir otras afecciones subyacentes. Esto es debido al declive de la inmunidad celular. Si a esto le unimos que con la edad hay mayor incidencia de otras condiciones de carácter crónico, entendemos que las muertes por gripe se incrementan con la edad. “La gripe puede causar neumonías, bronquitis, otitis y sinusitis y puede suponer un riesgo para la vida de las personas mayores y grupos con patología crónica y factores de riesgo” explica el Dr. José Antonio López Trigo, presidente de la SEGG.
Por ello, la SEGG lanza nuevamente un mensaje de concienciación sobre la importancia de la vacunación frente a la gripe entre los mayores de 60 años, pero también entre el personal sanitario y los trabajadores al cuidado de los mayores y personas que conviven con estos. 
Además de la gripe, el Grupo de Vacunas de la SEGG recomienda la vacunación frente al herpes zóster y frente a la enfermedad neumocócica, sin olvidar también las dosis de recuerdo contra la difteria, tétanos y tos ferina.
La enfermedad neumocócica es un importante problema de salud pública principalmente en la población de edad avanzada, ya que induce a una amplia gama de patologías, como la neumonía, la meningitis y la septicemia. En concreto, en pacientes de edad avanzada la tasa de mortalidad está entre un 20 y un 40% y el neumococo es el responsable de hasta el 50 por ciento de las neumonías extrahospitalarias adquiridas por adultos y hasta el 36% de las neumonías que requieren hospitalización.
Por su parte, el herpes zóster, que proviene del virus de la varicela, provoca la característica “culebrilla”, una infección que en pacientes inmunodeprimidos se puede extender y producir enfermedad sistémica, envolviendo varios órganos y múltiples dermatomas, dando lugar al llamado zóster diseminado. Y aunque el herpes zóster raramente provoca la muerte de los pacientes inmunocompetentes, “su vacunación mejora enormemente el bienestar de las personas mayores, ya que el herpes zóster provoca mucho dolor y puede, incluso, cronificarse, durar años y además, es de difícil tratamiento”, explica el Dr. López Trigo.
Para ampliar la información sobre estas y otras vacunas el Grupo de Vacunas de la SEGG ha elaborado el documento “Recomendaciones de vacunación para adultos y mayores 2015-2016” que puede consultarse aquí.