/p>Las nuevas tecnologías son una herramienta muy efectiva a la hora de combatir la discapacidad y dependencia ya que ofrecen una gran cantidad de posibilidades aplicadas a la vida diaria, abarcando ámbitos comunes como el ocio o el entretenimiento e incluso otros más funcionales o técnicos.
Tal y como afirma el Dr. David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Residencial, este tipo de actividades tienen una repercusión positiva en los mayores y sus efectos son notables. “Tanto para las personas que se encuentran en un avanzado estado de deterioro cognitivo, como para las que están en una fase temprana, las actividades audiovisuales presentadas en las plataformas digitales se emplean con el fin de rehabilitar funciones alteradas en los diferentes ámbitos y, en segunda instancia, estimulan las capacidades residuales y la autoestima«.
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Las nuevas tecnologías son una herramienta clave a la hora de combatir la discapacidad y dependencia

Este experto destaca que la mejora de la calidad de vida de los mayores por medio de las nuevas tecnologías es aplicable a muchos aspectos, especialmente si se realizan en grupo, donde se trabajan habilidades y características sociales como la interacción.
Además, la adaptación de los talleres basados en las nuevas tecnologías a las necesidades de cada persona permite que estas puedan ejercitarse a diferentes niveles, como el cognitivo, el motriz, el equilibrio e incluso en el ámbito de las actividades de la vida diaria. “Lo importante son las actividades que se trabajan y los beneficios que se buscan, independientemente de las soluciones tecnológicas, ya que se adaptan a las limitaciones de cada uno”, apunta el Dr. Curto.
Así, en el aspecto físico, se pueden trabajar factores como el equilibrio, la coordinación, la movilidad e incluso la fuerza, y en lo referido a otros aspectos se pueden trabajar las relaciones interpersonales, la atención, la concentración, la memoria y la discriminación visual entre otras.
La acogida por parte de los mayores es muy positiva e incluso en algunos casos la interacción ha llegado superar la brecha generacional que ha abierto la rápida evolución de las tecnologías de la información. Buen ejemplo de ello es un residente de uno de los centros de Sanitas Residencial que lee a diario la prensa desde el iPad (de hecho lo prefiere a la lectura en papel y ve películas y consulta cualquier tipo de información desde su tablet. Y todo ello pese a que se trata de un hábito que resulta complejo para la mayoría de personas de edad avanzadam ya que este tipo de dispositivos implican elementos como la navegación táctil.
En general el uso de las nuevas tecnologías o su aplicación en tratamientos también favorece un envejecimiento activo. Es el caso de actividades orientadas al estímulo cognitivo que logran ralentizar el proceso degenerativo. “La estimulación neuronal mediante estas acciones favorece la interconexión entre estas, hecho que repercute de forma positiva en el proceso de envejecimiento activo”, afirma del Dr. David Curto.