/p>Los departamentos de Salud y de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat de Catalunya han suscrito un acuerdo gracias al cual a partir de ahora los profesionales sanitarios de las residencias asistidas para personas mayores y para personas con discapacidad de gestión propia de estas Comunidad podrán acceder desde estos centros a la Estación Clínica de Atención Primaria (ECAP), la aplicación informática que utilizan los profesionales de los Equipos de Atención Primaria para compartir con estos la herramienta informática que facilita la gestión de los datos clínicos del paciente. Esto permitirá que la historia clínica de los residentes esté adecuadamente registrada y cumplimentada.
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Los profesionales médicos y de enfermería de las residencias podrán consultar la historia clínica de los residentes

Tanto el profesional médico como de enfermería de la residencia podrán usar la aplicación para mejorar la atención a sus usuarios, asimilando sus funciones a las mismas que los profesionales médicos y de enfermería del EAP.
Así, por ejemplo, podrán consultar la historia clínica de los residentes, introducir datos sobre el diagnóstico que sean relevantes para facilitar la atención por parte de los especialistas, atender urgencias en el propio centro o posibles derivaciones a urgencias, pedir analíticas en el CAP y consultar los resultados, pedir visitas a especialistas o anotar y prescribir la medicación que necesitan los usuarios.
Este acceso se realizará en un entorno seguro y con garantías de respeto a la privacidad de los residentes y la confidencialidad de los datos a los que se tendrá acceso.
El secretario general en funciones del Departamento de Salud y director del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), David Elvira, destaca «el importante salto cualitativo en la capacidad asistencial de los profesionales de las residencias que les supone esta iniciativa, que también mejora la atención a los pacientes y sus familiares «. En este sentido, el Secretario de Asuntos Sociales y Familias, Francisco Iglesias, asegura que ante el perfil de usuario de las residencias de ancianos «debemos trabajar colaborativamente para ganar sinergias entre el cuidar y el curar, porque sólo así podremos mejorar la eficiencia de la atención centrada en la persona «.
Y es que el perfil de las personas que viven en las residencias de gestión propia de la Dirección General de Protección Social del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, tendiendo a ser personas de edad cada vez más avanzada (85,1 años de media en 2015), con un elevado grado de dependencia y con un perfil clínico complejo.
De hecho, ha crecido significativamente en los últimos años el número personas con demencia (el 41,5% en 2015), con insuficiencia cardíaca (25,4%), con diabetes mellitus (30,4%), con antecedente de accidente vascular cerebral (26,8%) y con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (19,3%). Así, el 97% de los residentes necesitan apoyo en tener reconocido algún grado: el 49,9% el grado III, el 47,5 el grado II y el 1,7% el grado I.
En Catalunya hay 17 residencias de titularidad pública y gestión propia distribuidas a lo largo del territorio: 16 para la tercera edad y una para personas discapacitadas. Todas tienen una capacidad global de 1.810 plazas y cuentan con 184 profesionales, entre personal médico y de enfermería.
La primera residencia donde estos días se ha puesto en marcha esta iniciativa es la de Feixa Llarga, en L’Hospitalet de Llobregat. Y se calcula que, en caso de extenderla en el futuro al resto de residencias de toda Catalunya públicas y privadas, abarcaría casi 1.600 centros con capacidad global superior a las 70.600 plazas.