Pese a la prohibición de la Generalitat de Catalunya de jugar al bingo apostando dinero en los hogares de jubilados, centros de día y residencias para la tercera edad en Catalunya, son muchas las persona mayores usuarias de estos centros que reclaman seguir disfrutando de este juego tan arraigado, tal y como apuntan desde L’Onada Serveis.

A lo largo de los últimos días, tanto entidades como profesionales del sector en Cataluña han manifestado un gran desacuerdo con esta medida legal, puesto que se trata de una de las actividades que tiene mayor participación en los centros y que las personas usuarias la esperan con mucha ilusión. Además, los profesionales asistenciales aseguran que todo el mundo participa, inclusive las personas con deterioro cognitivo.

geriatricarea bingo mayores L'Onada Serveis
Jugar al bingo proporciona a los mayores interesantes beneficios a nivel terapéutico

Los especialistas de L’Onada Serveis destacan también que la práctica de este clásico juego proporciona beneficios a escala terapéutica y que supone el aporte de características muy positivas para la persona, como el hecho de compartir una actividad en grupo, mejorar la capacidad de atención, la memoria visual y, también, la auditiva, además de la estimulación cognitiva. Ante la situación en Cataluña, Cinta Pascual, Presidenta de la patronal catalana ACRA y directora general de L’Onada Serveis, ha manifestado que “es una medida absurda y que hay cantidad de cuestiones más importantes a tratar que esta”.

De hecho, esta prohibición está afectando de manera negativa a la predisposición de las personas mayores a reunirse en los hogares de jubilados y, en paralelo, aseguran que se trata de un mero hecho de distracción en compañía. Por todo ello en los centros residenciales de L’Onada Serveis se seguirá cantando bingo, aunque sea de momento con fichas de plástico.

A pesar de ello, tanto profesionales como personas usuarias de los centros reivindican su voluntad de poder seguir jugando al bingo de la manera tradicional, «puesto que no se trata de una cuestión de dinero, sino de entretenimiento y que se juegan pequeñas cantidades simbólicas que no llegan a 1 euro», concluyen desde L’Onada Serveis.

Cabe destacar que la sanción para el centro que puede llegar hasta los 3.000 euros de multa por jugarse tan solo 20 céntimos de euro, aunque hasta el próximo mes de septiembre no se conocera el veredicto final sobre si podrá jugar con dinero o no.