/p>La resistencia a los antibióticos representa un grave problema de salud pública en Europa y, a nivel global se ha convertido en “el mayor riesgo”, según el Foro Económico Mundial. Y es que el número de infecciones causadas por bacterias resistentes a los antibióticos es cada vez mayor, debido a la exposición y el consumo generalizado de antibióticos en la población.
Por este motivo, médicos de familia expertos en enfermedades infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) han realizado un llamamiento a favor de la implantación de los PROA (Programas de Optimización de Antimicrobianos) en Atención Primaria en el transcurso del Congreso de Medicina de Familia.
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El número de infecciones causadas por bacterias resistentes a los antibióticos es cada vez mayor

Los PROA son programas que en los últimos años se han puesto en marcha a nivel hospitalario para luchar contra las bacterias resistentes a los antibióticos y que tratan de mejorar el uso de estos medicamentos. Sin embargo, tal y como se indica desde la semFYC, hasta ahora las políticas sanitarias a este respecto aun no han contemplado la implementación de estos programas en Atención Primaria, al menos en nuestro país.
Y eso pese a que el 80%-90% de todas las recetas de antibióticos se realizan en Atención Primaria, por lo que el primer nivel asistencial se presenta como un contexto esencial para abordar el problema de las resistencias. Ante este escenario, los expertos abogan por la implantación de los PROA también en Atención Primaria. 
En nuestro país, el hecho de que anualmente se detecten cada vez más casos de resistencias muestra un panorama «nada consolador». De hecho, si hoy en día en España se registran alrededor de 2.500 muertes anuales a causa de infecciones provocadas por bacterias resistentes, las proyecciones apuntan a que en el año 2050 la cifra podría situarse en 40.000 si no se actúa decididamente sobre el problema, según datos del Ministerio de Sanidad. Según el European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC), las infecciones por gérmenes resistentes representan más de 20.000 muertes anuales en Europa, con un gasto sanitario adicional del orden de 1.5 billones de euros.
Además, las perspectivas de contar con nuevos antibióticos “son desalentadoras, por lo que se prevé un panorama sombrío en cuanto a la disponibilidad de tratamientos antibióticos eficaces en el futuro, por lo que preservar la eficacia de los antibióticos disponibles mediante un uso racional es esencial”, advierte Virginia Hernández Santiago, miembro del Grupo de Trabajo en Enfermedades Infecciosas SoMaMFyC (Sociedad federada a la semFYC), especialista en MFyC, investigadora clinica (Clinical Research fellow) en la Universidad de Dundee, en el campo de las enfermedades infecciosas.
Para hacer frente a este reto, los expertos de la semFYC en enfermedades infecciosas han realizado un llamamiento para que la prescripción de antibióticos se haga en base a la evidencia. Los datos con que se trabaja confirman que hay un elevado porcentaje de “uso inadecuado de antibióticos, con dudoso o nulo valor terapéutico” que se sitúa entorno las 36-50% de las prescripciones en AP y en el 50% de las realizadas en urgencias hospitalarias.
Tal y como comenta Josep Mª Cots, coordinador del Grupo de Trabajo sobre Enfermedades Infecciosas de la semFYC, “la prescripción de antibióticos se ha dado, en muchos casos por la creencia de que un tratamiento mediante antibióticos de las infecciones respiratorias altas previene el desarrollo de complicaciones graves. Sin embrago la medicina basada en la evidencia permite constatar que el volumen de complicaciones no es significativamente mayor con bajas tasas de prescripción de antibióticos”.
Este especialista también alerta sobre el hecho de que, muchas de las acciones de concienciación hacia el personal médico desarrolladas hasta ahora (en forma de revisiones, guías, folletos informativos o información sobre prescripción inadecuada) han conseguido un éxito “limitado, con una mejoría que en la mayoría de los casos es de aproximadamente un 10%”. Y a pesar del escaso impacto, la deprescripción de antibióticos es, junto con la investigación de nuevos fármacos, la vía necesaria para poder seguir curando.
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La prescripción innecesaria de antibióticos en la Atención Primaria es un fenómeno complejo

“Estudios sobre el uso de antibióticos en AP en infecciones respiratorias y urinarias se relacionan de forma directa con aparición de resistencias, hasta 12 meses post-exposición. Y la disminución de la prescripción de antibióticos en pacientes ambulatorios se ha acompañado de una reducción de la resistencia», señala José Mª Molero, miembro del Grupo de Trabajo sobre Enfermedades Infecciosas de la semFYC.
Es evidente, por tanto que la prescripción innecesaria de antibióticos en la Atención Primaria es un fenómeno complejo, relacionada principalmente con casos de “mala interpretación de los síntomas, gestión errónea de la incertidumbre y la voluntad de satisfacer las expectativas del paciente, pues muchas personas piensan que si no les recetas antibióticos no se curarán”, señala Josep Mª Cots, por lo que una comunicación eficaz con los pacientes es clave para abordar este problema creciente.
Además de las ya citadas, hay otra circunstancia que puede estar impulsando la prescripción de antibióticos por encima de lo que sería necesario. Y es que “una de las preocupaciones principales por las que se prescriben tantos antibióticos es para evitar el infratratamiento”, señala José Mª Molero, quien subraya que “los tratamientos de mayor duración y múltiples tratamientos se relacionan con una mayor probabilidad de resistencias” y además “sabemos que las tasas de complicaciones no significativamente mayores en países con bajas tasas de prescripción de antibióticos”.
Señalar también que el hecho de que la mayoría de las prescripciones de antibióticos se correspondan con infecciones respiratorias (faringoamigdalitis, otitis, Bronquitis aguda, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica –EPOC– o Neumonías, como principales patologías) señala cuán importante es determinar la etiología de esta enfermedad: si se trata de un virus o una bacteria.
En el primer caso, no sería necesario prescribir antibióticos y, sin embrago, son las enfermedades respiratorias las que copan la mayoría de las prescripciones de antibióticos en Atención Primaria, entre el 75% y el 85%. Esta cifra contrasta con el hecho de que sólo un 15-20% de las faringoamigdalitis, un 20% de las otitis medias agudas y un 10% de las bronquitis son producidos por bacterias.
La mayoría de las dolencias respiratorias que tratamos con antibióticos no requieren hacer uso de este tipo de fármacos y, hoy en día, la evidencia científica es suficientemente fuerte para cuestionarnos su uso en cada caso: no cura y contribuye a aumentar las resistencias microbianas”, advierte José Mª Molero.