Un artículo de Laura Alemán Arteaga
Responsable de Comunicación de
FEDE

Dentro de las complicaciones que se suelen dar en las personas mayores que padecen diabetes se encuentra la que se conoce como pie diabético, que se presenta como lesiones de distinto grado en los miembros inferiores, como resultado de un mal riego sanguíneo o la afectación nerviosa conocida como neuropatía diabética. La neuropatía diabética, también llamada “polineuropatía simétrica distal”, está detrás del 85% de los casos de úlceras de pie diabético, como se muestra en la siguiente infografía, y produce una pérdida de sensibilidad y propiocepción en los miembros afectados.
 
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¿Por qué se desarrolla el pie diabético?
Existe una serie de factores de riesgo que pueden favorecer el desarrollo de esta afección, entre los que se encuentran: la edad, los años desde que el paciente fue diagnosticado, antecedentes de complicaciones renales, tabaquismo y mal control glucémico, entre otras cuestiones. A estos factores de riesgo, se unen una serie de factores desencadenantes, tanto extrínsecos como intrínsecos al paciente, determinantes en el desarrollo del pie diabético, como: calzado poco adecuado, traumatismos o la acción de agentes químicos agresivos.
En los casos de personas mayores con movilidad reducida, pueden producirse las llamadas úlceras por presión, zonas de piel lesionadas, normalmente en los pies, que en algunos casos derivan en infecciones graves. Aunque estas úlceras pueden tratarse, las personas con pie diabético se enfrentan a una mayor dificultad debido al riesgo de infección y la dificultad en la cicatrización de las heridas, que puede, en última instancia, requerir la amputación del miembro.
 
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Prevención
Por lo tanto, para evitar el desarrollo del pie diabético y sus consecuencias, es necesario que las personas con diabetes tomen una serie de medidas preventivas:

  1. Mantener la diabetes bajo control. Los pacientes deben vigilar sus niveles de glucosa en sangre de forma regular y evitar picos de hiperglucemia e hipoglucemia. En este sentido, es necesario conjugar una correcta adherencia al tratamiento pautado por los profesionales médicos, junto con hábitos saludables en cuestión de alimentación y la práctica de actividad física.
  2. Revisar y vigilar posibles signos de riesgo. Dado que es habitual la pérdida de sensibilidad al dolor cuando se presenta afección nerviosa en las extremidades, es importante revisar regularmente los pies y vigilar con atención la piel si se detecta cualquier tipo de enrojecimiento o inflamación.
  3. Respetar unas pautas de higiene e hidratación. En este sentido, desde la Federación Española de Diabetes (FEDE) se recomienda lavar los pies todos los días con agua templada y empleando productos respetuosos con la piel. La hidratación se debe centrar en el dorso, la planta y el talón, evitando el espacio entre los dedos
  4. Elegir el calzado con atención. Debe emplearse calzado cómodo, que permita que el pie transpire y se adapte al mismo, evitando rozaduras. Es apropiado llevar siempre calcetines de tejidos como el algodón.

Al margen de estos consejos preventivos, se aconseja que las personas con diabetes realicen, de forma regular, una visita a su médico de referencia, quien será el profesional encargado de vigilar el buen estado de las articulaciones inferiores y llevar a cabo pruebas diagnósticas cuando se considere necesario.
Tratamiento
En el caso de que estas pruebas determinen la existencia de pie diabético, se pautará un tratamiento para lograr un pronóstico lo más favorable posible, en función de la gravedad de la afección. Ante la aparición de lesiones en forma de úlceras, es importante seguir las pautas de los profesionales sanitarios de forma rigurosa, ya que las infecciones pueden ser muy difíciles de curar y pueden derivar en la amputación del miembro. Según el grado de severidad de la lesión, que se establece entre el 0 y el 5, y su etiopatogenia (neuropática, angiopática o Pie de Charcot), se pautarán productos terapéuticos para el tratamiento de la úlcera, que deberá acompañarse de una buena higiene en la zona y del control estrictos de los niveles de glucosa en sangre.
Investigaciones en curso
En la actualidad, se están llevando a cabo investigaciones en distintas líneas para lograr mejorar el tratamiento y pronóstico del pie diabético ya que, según señalan los estudios de la Sociedad Española de Medicina Interna, en la actualidad, “España es el segundo país del mundo, por detrás de Estados Unidos, con más amputaciones de miembros inferiores a causa de la diabetes tipo 2”.
De entre las numerosas líneas de investigación que existen en la actualidad para el tratamiento del pie diabético, destacan las de algunos investigadores que están trabajando con células madre que podrían corregir el defecto neuropático y bascular que lleva a la amputación de muchos pacientes. Un ejemplo de ello son las investigaciones que se llevan a cabo en el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER), dirigido por el Dr. Bernat Soria, donde se producen algunos tipos de células madre que pueden detener el avance del pie diabético y que, en los últimos ensayos clínicos llevados a cabo, han demostrado un nivel de éxito muy alto.
Desde la Federación Española de Diabetes (FEDE) se trabaja para informar a las personas con diabetes sobre la importancia de conocer y prevenir complicaciones como el pie diabético que, si no son detectadas y tratadas a tiempo, pueden menoscabar su calidad de vida de los pacientes. Por eso, es necesario que las personas con diabetes se informen y formen sobre su patología, a través de recursos como los dispuestos por algunos portales de información en Internet o las propias asociaciones de pacientes, y tomen medidas para lograr un buen control de su diabetes.