/p>La sobrecarga del cuidador es el factor de riesgo más importante en la aparición de malos tratos físicos a las personas mayores, tal y como se desprende de los primeros resultados del proyecto piloto que evalúa el “Instrumento de detección precoz del malos tratos físicos y económicos a las personas mayores” puesto en marcha por el Gobierno Vasco en colaboración con la Asociación Vasca de Geriatría y Gerontología (Zahartzaroa) y que está siendo validada por la Universidad de Deusto.
geriatricarea Marije Goikoetxea
Marije Goikoetxea es la coordina de este estudio

Marije Goikoetxea, profesora de la Universidad de Deusto y miembro del Comité de Ética en Intervención Social de la Diputación Foral de Bizkaia, ha presentado estos resultado preliminares en una mesa monográfica sobre ética en el cuidado a las personas mayores celebrada en el marco del IX Simposio Igurco Orue de Atención al Paciente Mayor.
En opinión de esta experta en los malos tratos físicos “el factor de riesgo más importante es la sobrecarga del cuidador. Aquellos cuidadores que están sobrecargados porque las personas mayores que tienen a su cargo son muy dependientes o que presentan trastornos conductuales graves, pueden estar sobrecargados, convirtiéndose esta situación en un factor de riesgo pues no son capaces de llevar su cuidado adecuadamente y sufren daños como desnutrición, falta de seguimiento y control de los tratamientos prescritos, etcétera”
Además de la sobrecarga, Marije Goikoetxea señala que “también puede darse una situación en la que el cuidador no disponga de las habilidades necesarias para el manejo de determinadas situaciones que se presentan en el cuidado de una persona mayor dependiente, como la hostilidad, las alteraciones conductuales, etc.”.
En este sentido, esta experta afirma que “parece que la mayor parte de las intervenciones en los malos tratos físicos a las personas mayores han de orientarse hacia la capacitación y la protección de los cuidadores. Si éstos están bien, las personas mayores van a estar bien igualmente”.
Por lo que respecta a los malos tratos económicos, la evaluación de los resultado se está realizando en coordinación con Kutxa y los Servicios Sociales. “De momento, los datos que estamos obteniendo se refieren a factores de riesgo. Ahora tenemos que ver si esos factores de riesgo, en la realidad, suponen finalmente la existencia de daño económico real o no”, afirma Marije Goikoetxea.
Los factores de riesgo para los malos tratos económicos “se pueden apreciar en las personas mayores que quieren conocer cuál es su situación económica, no se les permite, y, además, muestran preocupación por ello. Es importante este matiz porque hay personas mayores que desconocen su situación económica y no muestran preocupación porque sus cuentas se las llevan otras personas por voluntad propia”.
Otro factor de riesgo de malos tratos económicos se da, “en aquellas personas mayores que han sufrido cualquier movimiento significativo de su dinero sin tener conocimiento de para qué se ha realizado, sean éstos donaciones, transmisiones, avales bancarios…”.