Alimentación Personas Mayores
Una alimentación adecuada es un factor que puede disminuir los riesgos de padecer Alzheimer

¿Se puede establecer una clara relación entre el tipo de alimentación y la propensión a padecer demencias como el Alzheimer? Tal y como indican los especialistas de Grupo Sanyres, aún no se ha llegado a la conclusión de que hay una clara relación entre lo que comemos y el riesgo de padecer o no esta enfermedad, pero llevar una alimentación sana y equilibrada es siempre saludable.
Así, desde Sanyres se señalan algunos factores en los que la dieta podría ser un factor determinante para controlar los efectos negativos, y que supondrían reducir el riesgo de padecer deterioro cognitivo:

– El estilo de vida, llevar una vida sedentaria o activa.

Enfermedades del corazón, como la hipertensión.

– Diferentes trastornos metabólicos: la obesidad, la diabetes o el colesterol alto.

El objetivo final que se persigue para reducir el riesgo de padecer demencia es frenar lo que se llama la inflamación neuronal, el deterioro y la muerte de las neuronas. Y con una alimentación adecuada, los factores anteriormente descritos, se pueden ver disminuidos y esto ayudará a frenar este deterioro.
Alimentos como el café, el té, los arándanos, las granadas, el vino tinto o la cúrcuma son una estupenda fuente de antioxidantes, que si bien no se ha demostrado de forma clara su relación con la prevención del deterioro neuronal, se sigue investigando su incidencia.
En la Conferencia Internacional de Nutrición celebrada en Washington en 2013 se establecieron una serie de directrices para la prevención de este tipo de enfermedades:

 – Reducir la ingesta de grasas saturadas y grasas trans.

 – Disminuir el consumo de carne y lácteos y aumentar el de verduras, legumbres, frutas y cereales integrales.

 – Tomar alimentos que contengan vitamina E, un antioxidante que juega un papel muy importante en los procesos del sistema inmunitario y metabólico. Está presente en nueces, semillas, verduras de hoja como las espinacas y aceites vegetales o margarina.

 – Cubrir las necesidades diarias de vitamina B12, que ayuda a la formación de glóbulos rojos en la sangre y al correcto funcionamiento del sistema nervioso central. Los huevos, los cereales y el pescado son ricos en esta vitamina.

 – Y como no, practicar ejercicio físico de forma regular. 

A modo de resumen, los especialistas de Grupo Sanyres recomiendan una serie de alimentos que ayudan a llevar una vida sana, a cuidar la memoria y a disminuir el riesgo de padecer obesidad, diabetes, hipertensión… factores clave en la disminución del deterioro cognitivo:

 – Grasas insaturadas: el aceite de oliva, el aguacate y las nueces. La ingesta de estos alimentos, consumiéndolos con moderación, ayuda a la disminución de los niveles de colesterol y apoyan al corazón y al cerebro.

 – Frutas y verduras: sobre todo las que poseen una alta concentración de polifenoles y flavonoides, sustancias que tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y ayudan a mejorar la circulación de la sangre. Están presentes en las zanahorias, las alcachofas y los tomates, entre otros muchos alimentos.

 – Cúrcuma, disminuye la inflamación en el cerebro.

 – Espinacas, col, nabo y espárragos: las hojas verdes de estas verduras tienen un alto contenido en ácido fólico, que mejoran la función cognitiva.

Y es que, aquellos que siguen una dieta mediterránea, equilibrada, rica en frutas y verduras tienen menos probabilidades de sufrir deterioro cognitivo. Practicar ejercicio físico y llevar una vida activa, un envejecimiento saludable y como no, cuidar nuestra memoria, puede ser determinante para disminuir, frenar o ralentizar este tipo de enfermedades. Los estudios en este campo siguen avanzando.