El aumento de la esperanza de vida ha dado lugar a una pirámide de población cada vez más envejecida. Esto conlleva una mayor prevalencia de las enfermedades crónicas y por lo tanto de cuidados especializados para estas personas mayores. Y en este sentido, según datos del estudio «Actitudes hacia el envejecimiento» elaborado por Sanitas y Bupa, su empresa matriz, uno de cada cuatro españoles entre 25 y 45 años no sabe quién se ocupará de su cuidado durante esta etapa de la vida.
En España, dos de cada 10 personas tienen más de 65 años y se estima que dentro de 50 años, las personas en avanzada edad representen el 35% de la población, según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Tres cuartas partes de las personas mayores de 65 años en España presentan, al menos, una enfermedad crónica, según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. Uno de los problemas crónicos de salud más característicos de la población mayor es la demencia: cada tres segundos una persona en el mundo desarrolla esta enfermedad. En la actualidad, más de 50 millones de personas en el mundo viven con demencia y se prevé que esta cifra se triplique para 2050, según la OMS.
Tanto el aumento de la esperanza de vida como la mayor prevalencia de enfermedades crónicas implican que las personas mayores necesiten de cuidados especializados. Estos cuidados son una de sus principales preocupaciones, tanto desde el punto de vista de la atención personal como de financiación de los mismos. Seis de cada diez personas mayores creen que el cuidado en la vejez es responsabilidad de la familia. Por otro lado, uno de cada cuatro mayores considera que estos cuidados dependen de la atención pública.
En cuanto a la financiación, más de la mitad de las personas mayores cree que serán sus ahorros los que le permitirá hacer frente a sus cuidados. Un 48%, en cambio, señala la pensión como fuente económica principal del cuidado durante su vejez.
La atención en la vejez no solo preocupa a las personas en avanzada edad, sino que también es motivo de incertidumbre para las personas con edades comprendidas entre los 25 y 45 años. Una de cada diez personas de entre 25 y 45 años se cuestiona a diario cómo será su vida de mayor.
Tecnología para facilitar los cuidados en las personas mayores
Para acometer estos cuidados, la tecnología se presenta como una gran oportunidad que facilita la atención y posibilita un cuidado personalizado adaptado a las necesidades concretas de cada persona. De hecho, tres de cada cinco personas mayores están dispuestas a llevar un dispositivo de vigilancia de la salud para rastrear sus signos vitales como, por ejemplo, la frecuencia cardiaca o la presión arterial.
En este sentido, desde Sanitas Mayores se ofrece a los residentes y sus familiares una App que permite a las familias de residentes conocer los detalles del día a día de su ser querido y participar activamente en el proceso de cuidado.
Los familiares pueden acceder desde su teléfono móvil, y de manera gratuita, para conocer todo sobre aspectos de la vida diaria del residente, desde los cambios de medicación, la alimentación o las actividades en las que ha participado ese día, además de poder comunicarse con el equipo técnico. “La aplicación permite un contacto directo de los profesionales con las familias, lo que la integra en el cuidado y en la rutina del centro”, valora David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores.
Los familiares que han usado la aplicación valoran positivamente su implantación y la comunicación con los especialistas en el cuidado de sus familiares. Estos datos indican que la digitalización está haciendo más fácil la atención y el cuidado en personas mayores.